De esta manera, el conjunto nacional -en el primer torneo oficial para el DT Germán Orozco- concluyó cuarto y perdió la chance de igualar la ubicación final en esta clase de torneos, tras aquel tercer lugar en Rotterdam 2008.

Esta vez no apareció la efectividad de Gonzalo Peillat para facturar en los córners cortos y la Argentina fue menos que Holanda en la posesión de la bocha y en las penetraciones al círculo. El desarrollo y las ocasiones se inclinaron mayormente al conjunto de Maxi Caldas. En algún momento la ilusión renació con el tanto del empate de Lucas Vila, luego de una gran maniobra individual, pero tras el video-ref se comprobó que había tocado la pelota con el pie en ese embate personal dentro del área holandesa, por lo que el gol fue anulado.

En pos de la imperiosa búsqueda del empate, Orozco decidió sacar al arquero Tomás Santiago a 4 minutos del final y Peillat quedó como jugador volante. Más allá de una ocasión clarísima que desperdició Matías Paredes sobre la línea del arco, la Argentina no pudo descontar.

El balance de Argentina en este Champions Trophy deja altos y bajos: las muy buenas victorias en el debut ante Holanda (2-1) y en el último encuentro de la etapa de grupos ante Australia (3-2). Asimismo, la caída ante la India (2-1) y, sobre todo, la dura derrota ante Paquistán (4-1) que privó la chance matemática de acceder a la final.

Australia se consagró campeón al igualar 1-1 en el tiempo regular ante la India e imponerse 3-1 en la definición por penales. Además, en el partido por el 5º puesto, Bélgica superó 2-1 a Paquistán en los penales, luego del 2-2 en el tiempo regular.