La visita de los integrantes de la selección neozelandés que el sábado enfrentará a los Pumas convulsionó la U 28 de San Martín, donde en el 2009 empezó el proyecto Espartanos, que ya tiene 300 jugadores y extensiones en las cárceles de Tucumán, Misiones, Ushuaia, Jujuy y Salta. Al llegar, los All Blacks recorrieron los pabellones 8,10 y 12, donde se encuentran internados los que participan en el equipo de rugby. La mayoría de ellos se quedaron afuera del espectáculo central, que se llevó a cabo en la cancha de césped sintético Coliseo Bernardo Miguens.
Alistados con su flamantes camisetas amarrillas, que fueron entregadas unos minutos antes de la llegada de los ABs, los 60 que participaron del encuentro de rugby propiamente dicho se dividieron en cuatros grupos, a donde fueron a dividirse los jugadores, que antes habían sido recibidos con aplausos y una calle no solo en la cancha sino en cada uno de los tres pabellones.
El capitán de los Espartanos, Gabriel Márquez, quien debajo de la camiseta amarrilla tenía una de los Pumas firmada por juan Martín Hernández, resumió lo que significa este encuentro: fue inolvidable. “Las puertas de klos Espartanos están abiertas para que vengan a jugar todos “, Márquez intercambio obsequios con el wing Nehe Milner Skudder. Los ABs dejaron una camiseta firmada, que pasara a formar parte del museo levantado en el pabellón 8, mientras que los Espartanos le entregaron la Virgen del Rugby.
El año pasado, Los Espartanos habían recibido a la selección de Inglaterra, esta vez la visita de los All Blacks no fue oficial y correspondió a un día de descanso. La delegación estuvo encabezada por el coach de aptitudes mentales, Gilbert Enoka, y el entrenador de scrum, Mike Cron. fuente la nación