Tras un primer tiempo que lo mostró con cierta inoperancia al momento de reflejar en la red su mejor andar, River Plate finalmente logró revertir la tendencia al imponerse a Patronato de Paraná por 2 a 0, al cabo de un aceptable encuentro disputado ayer en el estadio Monumental, válido por la novena jornada de la Superliga.
| Por REDACCIÓN SUPERDEPOR |
El colombiano Rafael Santos Borré, a los 13 y 15 minutos del complemento, anotó sendas conquistas para el elenco de Marcelo Gallardo.
La excelente actualidad del Millonario hacía presagiar un amplio dominio por sobre su rival. Si bien el conjunto del ovacionado «Muñeco» tuvo la iniciativa desde el pitazo inicial, no logró en toda la primera etapa vulnerar el aceitado escalonamiento defensivo de la esmerada formación de Mario Sciacqua.
Apenas con grageas del buen juego que viene desplegando, River intentó colocar contra las cuerdas al conjunto entrerriano pero resultó ineficaz a la hora de comprometer a Ibáñez.
La llegada del entretiempo encontró al dueño de casa enfocado en lograr el desnivel pero careciendo de la claridad necesaria para el logro de dicho objetivo, defecto que resultó subsanado tras el descanso luego que Patronato dosificara su presión inicial otorgándole a su oponente la posibilidad de atacar sin prisa pero a la vez sin pausa.
Producto de un dominio a esta altura demasiado ostensible, una ráfaga goleadora del colombiano Borré terminó con las ligeras chances de un «Patrón» programado para defender pero que nunca logró abandonar su rol de partenaire al no disponer de un plan alternativo que lo devuelva al partido una vez en desventaja.
Antes del cuarto de hora el Millonario liquidó el match tras una definición debajo del arco de Borré luego de una asistencia por derecha de Suárez y tras cartón a través de una excelente definición desde la izquierda al primer palo del colombiano, luego de una cesión de De la Cruz.
Esto terminó con la incertidumbre en el resultado, además de derribar como a un castillo de naipes la hasta entonces férrea resistencia mesopotámica.
La capitulación de Patronato tras ver derrumbada su primigenia estrategia favoreció el floreo final de un River que por momentos parece estar muy encima de la media del fútbol vernáculo.
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Tras un primer tiempo que lo mostró con cierta inoperancia al momento de reflejar en la red su mejor andar, River Plate finalmente logró revertir la tendencia al imponerse a Patronato de Paraná por 2 a 0, al cabo de un aceptable encuentro disputado ayer en el estadio Monumental, válido por la novena jornada de la Superliga.
El colombiano Rafael Santos Borré, a los 13 y 15 minutos del complemento, anotó sendas conquistas para el elenco de Marcelo Gallardo.
La excelente actualidad del Millonario hacía presagiar un amplio dominio por sobre su rival. Si bien el conjunto del ovacionado «Muñeco» tuvo la iniciativa desde el pitazo inicial, no logró en toda la primera etapa vulnerar el aceitado escalonamiento defensivo de la esmerada formación de Mario Sciacqua.
Apenas con grageas del buen juego que viene desplegando, River intentó colocar contra las cuerdas al conjunto entrerriano pero resultó ineficaz a la hora de comprometer a Ibáñez.
La llegada del entretiempo encontró al dueño de casa enfocado en lograr el desnivel pero careciendo de la claridad necesaria para el logro de dicho objetivo, defecto que resultó subsanado tras el descanso luego que Patronato dosificara su presión inicial otorgándole a su oponente la posibilidad de atacar sin prisa pero a la vez sin pausa.
Producto de un dominio a esta altura demasiado ostensible, una ráfaga goleadora del colombiano Borré terminó con las ligeras chances de un «Patrón» programado para defender pero que nunca logró abandonar su rol de partenaire al no disponer de un plan alternativo que lo devuelva al partido una vez en desventaja.
Antes del cuarto de hora el Millonario liquidó el match tras una definición debajo del arco de Borré luego de una asistencia por derecha de Suárez y tras cartón a través de una excelente definición desde la izquierda al primer palo del colombiano, luego de una cesión de De la Cruz.
Esto terminó con la incertidumbre en el resultado, además de derribar como a un castillo de naipes la hasta entonces férrea resistencia mesopotámica.
La capitulación de Patronato tras ver derrumbada su primigenia estrategia favoreció el floreo final de un River que por momentos parece estar muy encima de la media del fútbol vernáculo.
