Pocos lo conocen porque el periodismo no está encima de él, como si lo está de Verónica Ramírez y del gran Treca, quienes están anotados en la carrera de las 100 millas. Sí, leyó bien, correrán los 160 km, algo que tal vez uno (sobre todo quien escribe este artículo) no lo haga en toda su vida junta.
Desde hace diez años que Jorge Vásquez tiene la idea, de por lo menos una vez, anotarse y ser parte de la fiesta del Patagonia Run. Claro que justo coincide con el cumpleaños de Aylén, una de sus hijas y “no me quiero perder ninguna de las fotos de los cumpleaños de mis hijos, porque mi familia es lo más importante”.
Pero llegó el momento y Jorge Vásquez estará presente, aunque 17 años después del nacimiento de su hija.

-¿Qué es para vos la competencia de Patagonia Run?
Yo la describo como la Fórmula 1 de las carreras que hacemos nosotros de atletismo de montaña, por la logística, porque cumple diez años y por lo que cuentan los que la han corrido, porque curiosamente nunca la pude correr, porque coincide con el cumpleaños de mi hija y recién este año negociamos.

-Es difícil competir cuando uno es deportista amateur aunque tenga, como en el caso tuyo, actitudes profesionales.
-Y uno tiene el bichito de la competitividad, sino a esta edad no seguiría corriendo y dentro del amateurismo uno trata de hacer bien los deberes, pulir los detalles que se puedan. Por otro lado un profesional entrena doble o triple turno y descansa en el medio. Yo tengo que trabajar, llevar a los chicos a la escuela y todo lo que hace un padre de familia.

-En este tipo de pruebas, Sergio Trecaman es el gran ejemplo.
- Mirá con Treca anduvimos entrenando juntos, anduvimos cinco o seis horas por la montaña y lo hacíamos de noche los domingos. Es más, decíamos con él, “Cuando todo Esquel está durmiendo nosotros andábamos en el filo del 21 o en La Hoya”.

-¿Y correr de noche tiene sus particularidades?
- El que no corrió nunca de noche, yo le aconsejaría que lo haga porque es maravilloso, uno no puede ver en tres dimensiones, como lo hace uno habitualmente cuando es de día, y por la noche uno agudiza más los sentidos.
Y es lindo correr de noche, donde por ejemplo no tomas dimensión cuando subís una montaña, no ves el obstáculo cuando lo aprecias de día. Por ahí te encontrás con un corredor de otro país o de la Argentina y corres tantas horas juntos que hasta te haces amigo.
El Patagonia Run está ideado para que todos lleguen a la misma hora, cuando más larga es la carrera más temprano largan. En el caso nuestro largaremos a las 2 de la madrugada del sábado, para llegar cerca del mediodía de ese mismo día.

-Cuando se dice que el atletismo es un deporte individual no hay nada más alejado de esa realidad.
-Es individual a la hora de entrenar y de competir, pero es muy parecido al rugby por el tercer tiempo, en esto de la camaradería, del compañerismo y durante la competencia uno tiene que sacar de la mochila, del botiquín, compartir un gel, ayudar a evacuar a un atleta lastimado
Uno es consciente que en estas competencias hubo muertes, por contingencia climática o por lo que sea y no puede uno dejar a un atleta en la montaña.

-Tenés 44 años, ¿cuándo empezaste a preparar esta carrera? ¿Cuándo dijiste quiero estar en Patagónica Run?
-Hace diez años, pero dentro de mis prioridades está la familia y quiero estar en todas las fotos de los cumpleaños de mis hijos como en cada uno de sus eventos y cuando Aylen cumplió 15, dije, bueno ahora me toca a mí, voy a faltar al cumpleaños 16, pero cuando llegó el momento dije que no puedo faltar. Pero este año dije, si no lo hago ahora no voy a poder correr

esta carrera ya por la edad, y este año entonces negocié y en el mes de diciembre del año pasado consideré la posibilidad de ir, pero me enteré que no había cupos y gracias a Sergio Trecaman me consiguió un cupo en los 75 km y poder estar con él es una de las cosas que más me movilizan, porque él entrenó con la clavícula partida en cuatro partes y andaba por la montaña como si nada le hubiese pasado.

-¿Es lo mismo correr 74 km que los 160 km?
-En cierto modo si, y no. Yo podría anotarme y correr 160, pero sufriría mucho y llegaría 20 horas después que Treca y ahí es donde yo disiento un poquito en eso de que hay gente que se anotan para llegar, En el caso mío yo prefiero no sufrir tanto en carrera, con Treca lo hablamos “sufrir en los entrenamientos para no sufrir tanto en las competencias”. Y en el caso mío por la familia, por el trabajo y otros quehaceres no me da el tiempo para entrenar tanto.
Si bien es cierto que una persona que sale a correr 160 km, no corre 160 en un entrenamiento; tenes que tener en el cuerpo toda una historia deportiva, que el cuerpo sepa que es lo que está haciendo para poder mantenerte en pie.

-¿En cuánto tiempo pensás vos que podes hacer esta prueba?
-Te puedo decir entre tanto y tanto, porque como nunca corrí Patagonia Run, no puedo darte un tiempo exacto. Estuve mirando el perfil de carrera, estuve analizando las dificultades, estuve hablando con otros corredores que si la hicieron y entonces calculo andar cerca de las 10 horas de competencia.

-¿Y esas diez horas como serían corriendo, trotando y caminando?
-Salvo en las distancia de 42 para abajo, donde uno puede ir a tope, digamos que en las carreras de ultra hay otros factores que intervienen. Primero la dificultad del terreno que no te deja correr todo el tiempo. Muchas veces se camina y en el caso mío uso bastones, para poder sacarle el esfuerzo a los músculos de las piernas y nadie sube corriendo hasta la cumbre, podes hacer el intento si solo fuera un ascenso, pero en Patagonia Run tenés tres o cuatro ascensos, como subirse al Nahuel Pan, en los 75 km y por otro lado uno va cuidando piernas para poder vencer las distancias porque para qué me sirve estar a todo ritmo hasta el km 50 si después en los 25 finales reventas la máquina (por el cuerpo) y caminas esos últimos kilómetros y entonces uno se cuida y en éste caso te diría que los últimos 20 km son “corribles” y mi estrategia es llegar con piernas para poder correr esos últimos 20 km.