Quilmes y Veteranos de Independiente empataron en un agradable partido. Fue un 1 a 1 pijotero porque los definidores fallaron en el momento principal, aunque no se les puede negar el reconocimiento a su correcta participación en el juego. Quilmes es un equipo que se asomó en la Liga hace un par de torneos y fue evolucionando hasta este presente que ya lo tiene como protagonista y candidato al ascenso.

Veteranos de Independiente fue muy bien dispuesto por Germán Dalmeida (aseguran que seguirá a prueba hasta el final del torneo), quien no dejó nada librado a la suerte, dado el conocimiento que tiene de todos los jugadores, incluyendo los de su ocasional rival. Por ello, no debería haber sorprendido la decisión de atacar decididamente a Quilmes desde el mismo inicio del encuentro, con desplazamientos
veloces vía Belmar, Bonilla y sobre todo Venosa quien, por pecar de generoso no puso en ventaja a su equipo en esos momentos y aumentar instantes después.

Quilmes no hizo pie en el partido en el comienzo porque tenía los volantes muy separados entre sí, lo cual derivaba en la orfandad de Pichelef que, además, debió soportar la marca personal de Outeda al estilo “yo no juego pero vos tampoco”. Esa situación cambió en los “cerveceros”, cuando Carlos Sandoval se paró más cerca de Petrakosky, y Espinel volvió a ser el carrilero por izquierda que tantas satisfacciones otrora le dio a Central Trelew.

El partido ganó en emotividad porque se emparejó. El medio campo más completo de Quilmes se encontró del otro lado con Raúl Carro jugando de 5 “a la antigua”, o sea que se plantó en el medio, “emprolijó” (argentinismo) a su equipo y le ganó de arriba a su “colega” Petrakosky que, precisamente, no es un bebé de pecho en estas lides.

Con los motores a pleno de los dos equipos, por un lado la potencia de Pichelef comenzó a hacerse sentir y, por el otro, Belmar parecía cada vez más rápido; Astudillo probó de media distancia; y Venosa armó más de un lío con su movilidad.

Se fue el primer tiempo empatado en cero pero con la sensación de que cualquiera podría tomar la delantera en el segundo. Y así fue, a los 7’ Venosa abrió el marcador y Quilmes reaccionó bien haciendo trabajar seguido al “Rulo” Ruzzi, hasta que a los 35’ Outeda lo perdió a Pichelef y Lucero no pudo interceptarlo en su camino al gol del empate

 Fue un buen espectáculo que dejó la sensación que ambos equipos seguirán arriba por méritos propios. Por último, destacamos a quien se lleva la máxima calificación del partido, un 10: el árbitro Sergio Cardozo.

EL SINDICATO DE COMERCIO SE EQUIVOCÓ DE “RUTA”

El equipo del SEC (Sindicato Empleados de Comercio) cayó por goleada, 5 a 1, frente a Ruta quien, de esta forma, revirtió la pésima imagen del sábado anterior, cuando perdió por 7 a 0 frente a Fontana.

Seguramente, SEC habrá considerado, cuando preparó el partido frente a Ruta, aquella catástrofe vivida por los capitaneados por Néstor “Salchicha” García. Por si ello fuera poco para crear una idea errónea, encima Ruta pudo completar su “11” en el inicio mismo del partido, cuando llegaron Daniel González y Sergio Bravo, quienes a la postre tendrían una actuación de relevancia.

SEC armó su esquema, como era obvio, dando fundamental participación a Roenzo Moraga en la creación de juego ofensivo, para lo cual lo rodeó de recuperadores de balón: Medina (se fue expulsado a los 33’), Romualdo Rodríguez, Veloso y Massi; un socio en la creación: Zamora, y Francisco Domínguez fue el ariete primero y luego el único delantero hasta que –tarde- ingresó José Pato.

Pero Ruta fue un inesperado rival para SEC. Aquel de una semana atrás nada tuvo que ver con éste. Fue una actuación, tanto individual como colectivamente considerada, excelente. Es real que jugar 11 contra 10 da ventaja, pero mucho más cuando esos 11 están en un gran día.

En Ruta, muy firme Bravo en el fondo; varios buenos mediocampistas: Génova, Salamanca, Gayoso, García; y 3 delanteros con rotación y llegada: Daniel González, Héctor González y Edgar Delgado. Un 3-4- 3 que dio pingües resultados: la dinámica de Salamanca y Génova, la prolijidad de Gayoso, la cerebración de García, cuajaron perfectamente con los desmarques de Héctor González y de Delgado, y con la velocidad de Daniel González, quienes se repartieron los goles convirtiendo 2 Héctor, 2 “Chiche” y uno Daniel.

Jugar con uno menos desde los 33’ tal vez desarticuló los planes de SEC, pero echarle toda la culpa a esa circunstancia no corresponde; Ruta jugó un gran partido llevando directamente al gol y siendo intransitable para su oponente.