El seleccionado argentino sub20 de waterpolo sufrió un duro golpe hace pocos días al concretarse el cambió de sede del mundial de la disciplina, que paso de Buenos Aires a Praga y que dejó en jaque a la delegación nacional de cara a una posible participación.
La solución que implementa el plantel argentino es la de vender alfajores para recolectar el dinero suficiente que les permita llegar a República Checa, donde se celebrará el torneo a fines de agosto y principios de septiembre.
Abandonados por su federación, algo recurrente en el deporte nacional, los chicos comenzaron una colecta por distintos medios: recibiendo donaciones e incluso vendiendo alfajores.
La presencia cuesta unos 33.000 euros en total, los padres de muchos de los 13 deportistas que luchan contrarreloj. Mientras que Nicolás Fernández y Mateo Freyre, venden alfajores a 400 pesos, con el mensaje de auxilio impreso en los envoltorios.
En dialogó con TN, Mateo Freyre sostuvo: “La verdad es que el esfuerzo que hago es mucho, pero no me quejo porque es lo que me gusta. Cuando desde la Federación Internacional de Natación (FINA) nos avisaron que teníamos que viajar a Praga lo primero que pensamos fue cómo íbamos a afrontar los gastos. Para nosotros actualmente es imposible, pero no perdemos la esperanza”.
Y concluyó; “Como no tenemos sponsors, esperamos un milagro con respecto a este tema. Por suerte mucha gente nos está ayudando con la compra de los alfajores. Y desde el Club Regatas donde entrenamos, los chicos sub 40 empezaron a vender pollos”, reveló.