Luego de la salida de Martín Demichelis antes de los cruces definitorios de la Copa Libertadores 2024, River se subió a la ilusión inevitable del regreso de Marcelo Gallardo como camino directo a las glorias y los títulos. Los refuerzos mundialistas y un plantel de alta jerarquía alimentaban esos sueños de grandeza. Tal como sucedió anoche ante Platense, esos sueños se fueron derrumbando con los martillazos de la realidad.
River con Gallardo tuvo 4 grandes objetivos hasta ahora: la Libertadores del 2024 que pintó luego de eliminar a Talleres y Colo Colo y que se destrozó con la derrota ante Mineiro en semifinales, luego el torneo local le dio una chance pero una derrota contra Independiente Rivadavia que terminó en escándalo lo sacó de carrera para que la disputa quede entre Vélez que dio la vuelta y el Globo.
Este 2025 le quedaban dos, una final para un título contra un Tallares desarmado y el torneo Apertura donde fue de menor a mayor, pero era candidato indiscutible. Pero el eterno karma de los penales lo dejaron en la lona, perdió las dos apuestas jugando mal y fallando desde los 12 pasos, con Talleres en Asunción y anoche en casa con Platense en cuartos, casi sin patear al arco, controlado por ambos rivales y padeciendo en la definición.
La potencia ganadora de Gallardo en esos mano a mano que definen cosas por ahora sigue siendo parte del pasado reciente y por ahora no dijo presente en la actualidad que le ofrece al DT y a River el Mundial de Clubes en Estados Unidos donde intentará llegar a lo más alto y luego la Copa Libertadores que será para la segunda parte del año.
Mientras tanto el plantel tendrá que masticar bronca y el entrenador trabajar la parte psicológica de las definiciones desde los 12 pasos porque tal como viene la organización de los torneos tanto locales como internacionales, los rivales le van a jugar mucho a llegar a esa instancia sabiendo de la ineficacia del Millo en ese momento de los partidos, no sólo en la era Gallardo, sino también en su historia.
La Copa Argentina, el Mundial de Clubes y la Copa Libertadores en las etapas de los mano a mano y el Clausura de la Liga Profesional en esas mismas etapas, tienen en los penales un parte importante y River no puede ni debe dejar librado al azar el asunto que hasta ahora sólo le trajo muchas frustraciones.
En este sentido, River disputó 51 series a lo largo de su historia, con un saldo de 19 triunfos y 32 derrotas, lo que le da una efectividad muy baja del 37,25 por ciento y para Gallardo esa marca se sostiene porque de las 12 que le tocó jugar apenas ganó 4 y perdió 8. Precisamente, la última que ganó River fue con él mismo en el banco ante Cruzeiro en la semifinal de la Libertadores 2019.
Con este panorama el equipo vuelve al trabajo mañana por la tarde para sacarse rápido la amargura de anoche y para ponerse en modo futuro pensando en la Libertadores.
River recibirá a Universitario el martes que viene donde debe ganar para ser uno de los dos mejores primeros, luego afrontará la Copa Argentina contra San Martín de Tucumán del 6 de junio y recién después pensará en la planificación del viaje al Mundial de Clubes pactada para el 11 de junio.