Y parte de esa historia fue el príncipe Enzo Francescoli, el uruguayo, aquel que logró la Copa Libertadores de América para un River maravilloso del Bambino Veira, aquel Enzo que quedará entre los top ten de la historia de River junto con el «Pato» Fillol, el «burrito» Ortega, el «Charro» Moreno, el gran Amadeo Carrizo, don Alfredo Di Stéfano, el «Beto» Alonso y Omar Labruna, entre otros tantos. Y parte de la historia de River estuvo en Esquel. En un encuentro organizado por el club Independiente Deportivo, donde precisamente un elenco de veteranos del «albirrojo» se midieron ante «el Enzo» y sus amigos, amigos como ser el Tapón Gordillo, el temperamental Guillermo Rivarola o el mencho Medina Bello, entre otros. La victoria quedó para River por 9 a 3, pero el resultado fue solo una anécdota. Porque lo importante fue que aquellos que muchos vimos por televisión, llegaron a Esquel para ser iguales que estos, estos guerreros de Independiente quienes apenas jugaron en la liga local, pero que podrán contarle a sus nietos que lo enfrentaron al Enzo, que lo corrieron al «Mencho de Gualeguay» y que le convirtieron un gol a Javier Sodero.
El partido fue una simple excusa. Jugaron cuatro tiempos de 15 minutos, pero en cada descanso las fotos y los autógrafos estuvieron a la orden del día.
Las camisetas fueron de a miles, igual que las banderas. Claro que no será el Monumental de Nuñez, pero el Gimnasio Municipal de Esquel fue por una noche «el gallinero» donde al ritmo de Ignacio Copani cantaron todos «el más grande sigue siendo River Plate».