Julio fue un mes intenso para el básquet albiceleste: a principios, Nicolás Brussino dio la noticia cuando firmó contrato con los Mavericks de Dallas; después Emanuel Ginóbili, con una incógnita en su futuro, extendió su vínculo por un año más con San Antonio; y ahora, llegó el turno de Patricio Garino, que últimamente sonó fuerte en otros equipos NBA, pero finalmente jugará en el que mejor conoce a los argentinos.

Con 23 años y luego de cuatro temporadas en George Washington Colonials de la NCAA, la liga universitaria estadounidense, los rumores de un posible salto a la cúspide del básquet crecieron en el último año, donde además debutó con la selección en los Panamericanos 2015 de Toronto y consiguió clasificar a Río 2016 tras la medalla plateada conseguida en el Preolímpico de México, quizá el torneo que lo afianzó en la mayor albiceleste.

En los pasados meses, Pato se entrenó en varios equipos NBA, como Charlotte Hornets, Memphis Grizzlies, Sacramento Kings y Orlando Magic. Este último le abrió las puertas para disputar la Summer League con la camiseta del conjunto de la Bahía de Florida, luego de no ser seleccionado en el Draft 2016.

Sin embargo, pese sus pruebas en otras franquicias, el futuro grande de Garino comenzará como el de Ginóbili y Oberto: en San Antonio Spurs. El alero será el tercer argentino en sumarse a los texanos y el undécimo en llegar a la NBA, desde aquéllas apariciones de Pepe Sánchez y Rubén Wolkowyski en el 2000.

De gran porte, con un poder defensivo importante y con una juventud para explotar, Pato Garino será uno de los cinco jugadores que representarán los colores celeste y blanco en la máxima liga de básquet del mundo, junto a los míticos Ginóbili, Scola y Prigioni y otro con mucha carrera por delante como Nico Brussino.