Como siempre un grupo de pioneros aficionados, en este caso al deporte vasco se reunieron para darle forma institucional a la actividad.
Allí se fueron aglutinando los aficionados capitalinos para llevar adelante su deporte preferido.
Con el correr de los años el trinquete de Rawson comenzó a ser un lugar de cita obligado para los pelotaris, no solo locales, si no de todo el Valle e incluso de la provincia de Chubut, ya que importantes torneos tuvieron la respuesta de muy buenos pelotaris.
Muchos han sido los hijos de la ciudad capitalina que se formaron y desarrollaron el juego a través de los años, surgiendo grandes exponentes que trascendieron las fronteras provincial.
Hoy el Club Don Bosco viene también trabajando con la escuelita, con una muy buena respuesta en cuanto a la asistencia de muchos niños, que son el futuro de la actividad en Rawson.