A falta de dos fechas para el final de la temporada, Lewis Hamilton celebró su sexto título en la Fórmula 1, al finalizar segundo en el Gran Premio de Estados Unidos.

El británico sumó su tercera corona consecutiva y la quinta como piloto de Mercedes, equipo al que llegó en 2013, superó a Juan Manuel Fangio, campeón en cinco oportunidades, y quedó a sólo uno del récord de siete del alemán Michael Schumacher​.

Todo estaba preparado en Austin para que Hamilton celebrara su nuevo campeonato. Ni siquiera su floja actuación en la clasificación del sábado, en la que con una estrategia muy conservadora había quedado quinto y en una posición retrasada para la largada de la final, parecía suficiente para aguarle la fiesta.

Es que el gran dominio que tuvo a lo largo de la temporada le permitió sacar tal ventaja sobre sus rivales que al británico le alcanzaba con terminar octavo para asegurarse el título.

Su compañero Valtteri Bottas​, el único con chances de robarle el campeonato, estaba obligado a ganar y a esperar una actuación floja de Hamilton para extender la definición. El finlandés ganó en Austin, pero todo se dio a pedir del británico.

Hamilton había conseguido su primer título en 2008 con McLaren, en su segundo año corriendo en la Fórmula 1. En 2014 sumó el segundo, ya con Mercedes, y repitió el festejo en 2015, 2017 y 2018.

Su dominio en la máxima categoría se interrumpió sólo en 2016, cuando terminó segundo detrás de su compañero de equipo, el alemán Nico Rosberg, con quien tenía una enemistad pública. 

Con este título, Hamilton se transformó en el segundo piloto más ganador de la historia en la máxima categoría del automovilismo mundial.

Escolta en esa lista a Schumacher, campeón en 1994, 1995, 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004. Tercero quedó Fangio, a quien el mismo Lewis se refiere como el "Godfather" (Padrino) del automovilismo-, quien sumó cinto en 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957.