Emanuel Moreno le había prometido a su padre un gol contra Platense. Y cumplió holgadamente el juramento. Marcó los 2 tantos que sirvieron para deglutir la primera victoria en el torneo y lo festejó con gestos que tenían destino entrerriano.
| Por REDACCIÓN SUPERDEPOR |
Rubén, con tono paternal, le había exigido unas horas antes del partido ante el Calamar cortar la racha adversar para azucarar la recuperación de una dolencia muscular. Su hijo cumplió, obvio.
EL CHUBUT: ¿Hasta el domingo tenías solo un gol registrado en Brown?
MORENO: Si. Tenía esa cuota pendiente acá, quería empezar hacer goles. El torneo pasado lo estuve jugando de lateral y no llegaba tanto al otro arco, pero para este campeonato jugando de volante me había planteado poder llegar más al gol y por suerte se me dio.
EC: Y justo en este partido que no estaba Ferracuti, el técnico te podría haber corrido de lugar, sin embargo no te movió. Un acierto…
M: Si, lamentablemente «Ferra» se lesionó un día antes del partido. Pero Mati Ruiz Diaz entró de tres y lo hizo de la mejor manera.
EC: ¿Cuando te enteraste de la lesión de Ferracuti, dijiste «vuelvo de 3»?
M: Y, no te voy a mentir, se me pasó por la cabeza que el técnico me podía volver a ubicar en la defensa. Pero por suerte me dejó de volante. A mí me gusta más esta posición, porque tengo más llegada al arco. Y defendiendo no puedo tener tantas posibilidades de rematar.
EC: ¿Justamente, los goles fueron dos remates que buscaste desde afuera del área, es decir sentís confianza con tu pegada de larga distancia para tener esa alternativa de gol?
M: Si. Cuando encuentro espacios, como ocurrió el domingo, me tengo fe para pegarle de afuera. Por suerte esta vez salió todo bien. El primero fue una contra y me quedó justo para pegarle y entró. En el segundo gol, sinceramente ya no sentía las piernas, no daba más, estaba muy cansado, pero algo me dijo que tenía que ir y llegó el gol cuando el partido terminaba.
EC: ¿Con este triunfo llegan con otra fuerza al partido contra Independiente Rivadavia?
M: Si, totalmente. Nos da otro impulso y nos genera mayor confianza. Ahora nos tenemos que hacer fuertes de local para empezar a sumar puntos acá.
EC: Antes del partido habías prometido marcar un gol, ¿eso es verdad?
M: jaja. Si, un día antes había hablado con mi papá y le había prometido un gol contra Platense.
EC: Se te fue la mano, hiciste dos…
M: Jaja, si, el segundo fue un excepción. A mi viejo le dicen gorrión, por eso fue el festejo del pajarito. Le prometí uno y metí dos.
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Emanuel Moreno le había prometido a su padre un gol contra Platense. Y cumplió holgadamente el juramento. Marcó los 2 tantos que sirvieron para deglutir la primera victoria en el torneo y lo festejó con gestos que tenían destino entrerriano.
Rubén, con tono paternal, le había exigido unas horas antes del partido ante el Calamar cortar la racha adversar para azucarar la recuperación de una dolencia muscular. Su hijo cumplió, obvio.
EL CHUBUT: ¿Hasta el domingo tenías solo un gol registrado en Brown?
MORENO: Si. Tenía esa cuota pendiente acá, quería empezar hacer goles. El torneo pasado lo estuve jugando de lateral y no llegaba tanto al otro arco, pero para este campeonato jugando de volante me había planteado poder llegar más al gol y por suerte se me dio.
EC: Y justo en este partido que no estaba Ferracuti, el técnico te podría haber corrido de lugar, sin embargo no te movió. Un acierto…
M: Si, lamentablemente «Ferra» se lesionó un día antes del partido. Pero Mati Ruiz Diaz entró de tres y lo hizo de la mejor manera.
EC: ¿Cuando te enteraste de la lesión de Ferracuti, dijiste «vuelvo de 3»?
M: Y, no te voy a mentir, se me pasó por la cabeza que el técnico me podía volver a ubicar en la defensa. Pero por suerte me dejó de volante. A mí me gusta más esta posición, porque tengo más llegada al arco. Y defendiendo no puedo tener tantas posibilidades de rematar.
EC: ¿Justamente, los goles fueron dos remates que buscaste desde afuera del área, es decir sentís confianza con tu pegada de larga distancia para tener esa alternativa de gol?
M: Si. Cuando encuentro espacios, como ocurrió el domingo, me tengo fe para pegarle de afuera. Por suerte esta vez salió todo bien. El primero fue una contra y me quedó justo para pegarle y entró. En el segundo gol, sinceramente ya no sentía las piernas, no daba más, estaba muy cansado, pero algo me dijo que tenía que ir y llegó el gol cuando el partido terminaba.
EC: ¿Con este triunfo llegan con otra fuerza al partido contra Independiente Rivadavia?
M: Si, totalmente. Nos da otro impulso y nos genera mayor confianza. Ahora nos tenemos que hacer fuertes de local para empezar a sumar puntos acá.
EC: Antes del partido habías prometido marcar un gol, ¿eso es verdad?
M: jaja. Si, un día antes había hablado con mi papá y le había prometido un gol contra Platense.
EC: Se te fue la mano, hiciste dos…
M: Jaja, si, el segundo fue un excepción. A mi viejo le dicen gorrión, por eso fue el festejo del pajarito. Le prometí uno y metí dos.
