River Plate «dejó» que Banfield disfrutara de una primavera en pleno verano durante el cuarto de hora inicial del partido, pero inmediatamente después apretó el acelerador y rápidamente hizo valer su jerarquía individual y colectiva para ponerse en ventaja con su formula novedosa de la línea de cinco, vale decir desborde de Gonzalo Montiel por derecha y gol de cabeza de Matías Suárez entrando por izquierda.
A partir de allí, 16 minutos apenas, River, que le había convertido a Banfield por primera vez siendo visitante después de mantener el «Taladro» su valla invicta por siete encuentros, se convirtió en amo y señor del partido, convirtiendo en figura al arquero colombiano Arboleda, hasta el punto que a los 28 minutos quedó a punto de liquidar virtualmente el cotejo muy anticipadamente.
Es que hubo una mano penal del ex River, Luciano Lollo, bien sancionada por el árbitro Rapallini, pero para «no perder la costumbre» el colombiano Rafael Santos Borré estrelló su disparo en el travesaño (es el cuarto penal consecutivo que falla el «millonario»).
La segunda mitad no cambió esa tesitura del final de la primera, pero aunque River siguió convirtiendo a Arboleda en figura, a partir de los 20 minutos Banfield empezó a encontrar un par de revulsivos que, junto al viento y la lluvia que aparecieron impiadosos sobre el estadio Monumental, le dieron al desarrollo una emotividad adicional.