Unos primeros minutos en el que Racing empezó dominando pelota y oportunidades con un Lisandro López muy participativo, con Matías Rojas acompañando, y con los extremos, como siempre, claves.
Montoya estrelló un derechazo al travesaño, avisaba La Academia a los 22 minutos del primer tiempo. Racing cuando la perdía, presionaba la salida del Rojo, que no podía tener la pelota. El local dominaba el clásico, pero no podía plasmarlo en el marcador durante el primer tiempo.
Y una incidencia, iba a cambiar el clásico: de una pérdida en ataque de Racing, se armó la contra, un rebote que deja Rojas hacia atrás, lo encontró a Cecilio Domínguez a punto de superar a Arias, quien tuvo que poner la mano afuera del área para cortar el ataque. Lousteau no dudó y fue roja directa para el arquero.
Y en el amanecer del segundo tiempo, lo increíble para La Academia: tras el pelotazo largo, Sigali le pone un codazo a Leandro Fernández. A instancias del línea Belatti, Loustau muestra la segunda roja para el local. Racing con 9 jugadores de forma insólita.
Javi García, quien entró por el expulsado Arias, empezó siendo la figura, tapando pelotas a Franco y a Cecilio Domínguez. Independiente con dos más, iba a buscar el partido, que aún seguía en tablas.
Darío Cvitanich, que entró por Lisandro, era el único descanso de Racing en las pocas que podía sacarle la pelota a Independiente. El Rojo no encontraba los caminos para desnivelar el marcador.
Pero llegaría lo increíble en el clásico: a ‘Cvita’ le quedó la pelota adentro del área, Miranda la deja pasar y entró Marcelo Díaz en el punto penal, que definió con sangre fría entre el defensor y el arquero que habían quedado mal parados. Se desató la locura en el Cilindro de Avellaneda: Racing con 9, empezaba a ganar el clásico a cinco minutos del final.
Y tras el gol, sobrellovido, mojado para el Rojo. En una disputa de la pelota para tirar el córner de forma rápida, Cecilio Domínguez se llevó la roja por un golpe a Javi García, y minutos más tarde, Leandro Romero se fue expulsado por doble amonestación, sentenciando un clásico en el que pasó absolutamente de todo.
Racing obtuvo una victoria épica, la locura se desató en el Cilindro de Avellaneda, que hervía de fervor tras un triunfo histórico.