Son personas que trabajan sin fines de lucro, a través de la creación de un banco de pelucas de cabello natural para pacientes oncológicos. El Departamento del Club dialogó con Teresa Traba, una de las referentes.

-Traba, ¿Cómo es la iniciativa? ¿Cómo se juntan y quiénes vienen?
-Esto nació en el 2016 con Andrea, quien quería donar cabello y no supo a dónde. Ahí arrancó con el tema de grupo. 
Nosotras empezamos en agosto o septiembre del 2018. Este es un grupo solidario, no recibimos ayuda económica de nadie, solo trabajamos con donaciones. 
armamos las pelucas, las préstamos a las pacientes oncológicas y cuando terminan el tratamiento, devuelven la peluca para que sea prestada a otra mujer. 

-¿Qué días se juntan y dónde se las puede encontrar? 
Nos reunimos en la Unión Vecinal de Kilómetro 5 los días miércoles, de 14 a 16. En Prevención de Cáncer estamos los lunes, de 14.30 a 16.30, a partir de mediados de marzo.

-¿Qué condiciones tiene que tener el cabello para ser recepcionado?
Cualquier persona puede donar, no importa si está teñido, si tiene rulos o es lacio. Si necesitamos que tenga cómo mínimo 15 centímetros, que esté atado y seco.

-¿Cuántas personas participan del grupo?
Somos 10 fijas y solemos ser hasta dos. Después van y viene porque a veces pueden venir o no.

-¿A vos qué te motivó a venir al grupo?
Tengo a mi tía que falleció de una enfermedad oncológica y justo en ese trayecto me llegó la información de este grupo. Me pareció importante por una cuestión de que no todas las pacientes tienen el dinero para comprarse una peluca de cabello natural porque es muy caro. 
Todo en lo que es salud hay mucho comercio y esto es para colaborar en la parte emocional, sobre todo en las mujeres. Por ejemplo, hay muchas que no quieren hacerse quimioterapia para que no se les caiga el cabello.
Además de lo que transitan, tienen que lidiar con la parte estética y con la mirada del otro. Entonces con esto más o menos ayudamos