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«Este es un momento donde los padres deben compartir actividades con sus hijos»
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«Este es un momento donde los padres deben compartir actividades con sus hijos»

Hay que mantener la mente activa. No quedarse porque el virus del aburrimiento nos come y ante eso la única vacuna es moverse. Había arrancado a toda orquesta y ahora los instrumentos están todos guardados.

Por REDACCIÓN SUPERDEPOR

Hay silencio en el Gimnasio del Salesiano como en muchos lugares donde se practica deporte.
Los hermanos Carosso no se quedan quietos. Hicieron una gran inversión en la compra de materiales y cuando en las dos primeras semanas de clases ya tenían casi 100 chicos, se interrumpió el partido. Se pidió un tiempo muerto y ese tiempo, que parece eterno, será momento de analizar todo y ver como se sigue. 
«Nosotros seguimos manteniendo una relación con los padres y con los chicos a través de las redes sociales o whatsapp», destacó Darío Carosso, uno de los ideólogos de este proyecto formativo cuya excusa es el básquet.
«A ellos les estamos mandando información sobre prevención y psicopedagogía, mostrándoles cómo abordar este tiempo que están en sus casas con los niños cuando no hay un período escolar, aunque tampoco son vacaciones». 
«También enviamos información sobre qué actividades podemos desarrollar, ejercicios sobre manejo de balón, también sobre movimiento de los pies y los que cuenten con algún elemento, como ser soga, pueden armar lo que nosotros llamamos un taller de psicomotricidad con diferentes herramientas que tengan en la casa. 
Siempre les mandamos un material para que los chicos puedan construir y compartir con sus padres.
- Así como los padres y los chicos tienen demasiado tiempo libre, a ustedes les pasa lo mismo. ¿Cómo están sobrellevando esta cuarentena?
- Nosotros durante este tiempo nos mantenemos capacitándonos, por ejemplo Marcos (en referencia a su hermano Marcos Carosso, coordinador también de Carossi Básquet) concluyó un curso de Gestión Deportiva que fue organizado por la Confederación Argentina de Basquetbol y estamos en comunicación permanente con otros entrenadores, bajo las modalidades de distintas redes sociales donde por ejemplo participamos activamente en las conferencias de Silvio Santander o Sergio Hernández que hacen a través de las diferentes Federaciones. 
«Nuestro diálogo con los entrenadores y el compartir material es permanente, claro que estos intercambios de información es más frecuente ahora que en tiempos normales, y nos ayuda mucho a mantenernos en actividad, siempre queremos estar más capacitados para volcar lo que aprendemos en nuestros alumnos», destacó además.
Hay dos cuestiones importantes que debemos destacar (y resaltar) sobre Carossi Básquet. Su cintura para adaptarse a las situaciones adversas y también su capacidad y su visión para seguir adelante.
Sobre lo primero, desde hace un año, los hermanos Carosso debieron resignar los jugadores más grandes y por cuestiones de espacio solo pudieron trabajar con los más chicos: con las escuelas iniciales y con los premini y mini.
Saben que por el momento, al chico grande no lo pueden contener. Capaz que en lo inmediato esto se pueda revertir, pero por ahora no.
Con respecto a la visión y a los caminos trazados, ellos saben que hay que invertir en tiempo y en plata para que esta escuela se mantenga en el tiempo. 
«En verdad no pensamos en el gasto que hicimos en esta primera parte del año, es cierto que hemos hecho una inversión importante en la compra de pelotas y otros elementos de trabajo. No lo vemos por ese lado», señaló Darío.
«Lo que si vimos y con mucha alegría que en las dos primeras semanas de clases habíamos alcanzado un número de casi 100 chicos tanto en escuela inicial, como en mini y premini, y a nosotros nos ilusionó mucho haber comenzado las clases de básquet así y esperemos que cuando vuelva todo a la normalidad, podamos seguir disfrutando de esta actividad».
El básquet es un deporte de contacto permanente. El roce con los rivales y sobre todo el roce con los propios donde ya es muy folclórico y festejado el choque de palmas después de un tanto convertido.
¿Cómo seguirá de acá en adelante? Esa es la incógnita. ¿Cambiará algo? Veremos.
«Lo que va a cambiar con esta situación son los hábitos de higiene, lo que tenemos que lograr es que el chico que se concientice que se tiene que lavar las manos más seguido y una higiene personal mucho más completa que la que hace habitualmente».
«Esta cuarentena nos hizo concientizar a la sociedad, cómo tenemos que comportarnos porque ahora viene una nueva forma de vida y debemos mejorar ciertos hábitos». 
 

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«Este es un momento donde los padres deben compartir actividades con sus hijos»

Hay que mantener la mente activa. No quedarse porque el virus del aburrimiento nos come y ante eso la única vacuna es moverse. Había arrancado a toda orquesta y ahora los instrumentos están todos guardados.

Hay silencio en el Gimnasio del Salesiano como en muchos lugares donde se practica deporte.
Los hermanos Carosso no se quedan quietos. Hicieron una gran inversión en la compra de materiales y cuando en las dos primeras semanas de clases ya tenían casi 100 chicos, se interrumpió el partido. Se pidió un tiempo muerto y ese tiempo, que parece eterno, será momento de analizar todo y ver como se sigue. 
«Nosotros seguimos manteniendo una relación con los padres y con los chicos a través de las redes sociales o whatsapp», destacó Darío Carosso, uno de los ideólogos de este proyecto formativo cuya excusa es el básquet.
«A ellos les estamos mandando información sobre prevención y psicopedagogía, mostrándoles cómo abordar este tiempo que están en sus casas con los niños cuando no hay un período escolar, aunque tampoco son vacaciones». 
«También enviamos información sobre qué actividades podemos desarrollar, ejercicios sobre manejo de balón, también sobre movimiento de los pies y los que cuenten con algún elemento, como ser soga, pueden armar lo que nosotros llamamos un taller de psicomotricidad con diferentes herramientas que tengan en la casa. 
Siempre les mandamos un material para que los chicos puedan construir y compartir con sus padres.
- Así como los padres y los chicos tienen demasiado tiempo libre, a ustedes les pasa lo mismo. ¿Cómo están sobrellevando esta cuarentena?
- Nosotros durante este tiempo nos mantenemos capacitándonos, por ejemplo Marcos (en referencia a su hermano Marcos Carosso, coordinador también de Carossi Básquet) concluyó un curso de Gestión Deportiva que fue organizado por la Confederación Argentina de Basquetbol y estamos en comunicación permanente con otros entrenadores, bajo las modalidades de distintas redes sociales donde por ejemplo participamos activamente en las conferencias de Silvio Santander o Sergio Hernández que hacen a través de las diferentes Federaciones. 
«Nuestro diálogo con los entrenadores y el compartir material es permanente, claro que estos intercambios de información es más frecuente ahora que en tiempos normales, y nos ayuda mucho a mantenernos en actividad, siempre queremos estar más capacitados para volcar lo que aprendemos en nuestros alumnos», destacó además.
Hay dos cuestiones importantes que debemos destacar (y resaltar) sobre Carossi Básquet. Su cintura para adaptarse a las situaciones adversas y también su capacidad y su visión para seguir adelante.
Sobre lo primero, desde hace un año, los hermanos Carosso debieron resignar los jugadores más grandes y por cuestiones de espacio solo pudieron trabajar con los más chicos: con las escuelas iniciales y con los premini y mini.
Saben que por el momento, al chico grande no lo pueden contener. Capaz que en lo inmediato esto se pueda revertir, pero por ahora no.
Con respecto a la visión y a los caminos trazados, ellos saben que hay que invertir en tiempo y en plata para que esta escuela se mantenga en el tiempo. 
«En verdad no pensamos en el gasto que hicimos en esta primera parte del año, es cierto que hemos hecho una inversión importante en la compra de pelotas y otros elementos de trabajo. No lo vemos por ese lado», señaló Darío.
«Lo que si vimos y con mucha alegría que en las dos primeras semanas de clases habíamos alcanzado un número de casi 100 chicos tanto en escuela inicial, como en mini y premini, y a nosotros nos ilusionó mucho haber comenzado las clases de básquet así y esperemos que cuando vuelva todo a la normalidad, podamos seguir disfrutando de esta actividad».
El básquet es un deporte de contacto permanente. El roce con los rivales y sobre todo el roce con los propios donde ya es muy folclórico y festejado el choque de palmas después de un tanto convertido.
¿Cómo seguirá de acá en adelante? Esa es la incógnita. ¿Cambiará algo? Veremos.
«Lo que va a cambiar con esta situación son los hábitos de higiene, lo que tenemos que lograr es que el chico que se concientice que se tiene que lavar las manos más seguido y una higiene personal mucho más completa que la que hace habitualmente».
«Esta cuarentena nos hizo concientizar a la sociedad, cómo tenemos que comportarnos porque ahora viene una nueva forma de vida y debemos mejorar ciertos hábitos». 
 

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