En aquella oportunidad, Mike Tyson y Evander Holyfield se enfrentaron en Las Vegas, Nevada; para determinar al ganador de la Asociación Mundial de Boxeo. La pelea transcurría con normalidad hasta que en el tercer round, Tyson se retiró el protector dental y mordió a Holyfield en la oreja derecha. La pelea fue detenida de forma inmediata para que los médicos examinaran al herido, quien estaba lleno de sangre.
La revisión fue favorable, por lo que el árbitro Mills Lane decidió que el combate continuara, aunque con una penalidad de dos puntos menos para Tyson.
Minutos después, en el cuerpo a cuerpo, el dos veces ganador del título mundial de peso pesado volvió a morder a su oponente, pero esta vez en la oreja izquierda. El acto pasó desapercibido por el árbitro en un primer momento, sin embargo, eliminó a Mike.
“La primera vez le quité dos puntos y le advertí que no lo volviera a hacer, por lo que la segunda vez lo tuve que eliminar”, dijo Lane.