Siendo aún muy niña volvió al Chaco, pero su intención era regresar algún día, hasta que en compañía de una tía cuando apenas tenía 15 años vino por unas vacaciones y ya no se fue más.
Verónica ha logrado muchas cosas a lo largo de su vida en la capital del Chubut, estudiar, ensamblar una familia, tener hijos y sobre todo trabajar mucho, porque el legado de sus padres fue precisamente eso, agradecer a Dios por lo que nos da y honrar el trabajo. 
Antes de incursionar en el arbitraje, Verónica en el año 2003 ingresó a la Fuerza Policial, en la actualidad es Suboficial con mucho orgullo, aunque su pasión es el fútbol.
Diario EL CHUBUT contactó a Vargas para saber más de este maravilloso presente de la árbitra quien ya ha debutado como principal en encuentros femeninos de la Liga de Valle. «Siempre me gustó el fútbol, hemos sido apasionados del deporte, mi hija ha jugado hockey en Bigornia y mis hijos fútbol en La Ribera y Germinal, en la actualidad mi hijo Joel Rowlans es jugador de la 7ma División de Germinal» comienza diciendo Verónica.
«Mi inicio en el arbitraje se lo debo a Marco Fernández» continúa, «en el año 2016 él me propone asistir a una reunión que desarrollaban los árbitros, había otras chicas, pero por distintas circunstancias fueron desertando y sólo quedé yo. La propuesta de mi compañero tomó cuerpo y luego de prepararme por un tiempo y sortear nervios obvios al comienzo me di cuenta que es más que un trabajo y lo hago con mucha responsabilidad y respeto no solo por los protagonistas sino por mis compañeros. Gracias a Dios ya debuté como árbitra principal en primera, mi primer partido fue Racing vs. El Parque y me sentí muy cómoda porque las chicas colaboraron, sin dudas que estar en la línea no es lo mismo, pero no me desespera llegar a dirigir fútbol masculino, si llega el momento sé que será gracias a mi esfuerzo y perseverancia, pero por ahora no es algo que me quite el sueño» manifiesta Verónica.
«Aún recuerdo mi debut como asistente, fue en reserva del clásico valletano, Dolavon vs. Gaiman, realmente estaba muy nerviosa y siempre agradecí al árbitro principal Jaramillo porque me cuidó mucho en esa ocasión. Luego fui a inferiores donde estuve más tranquila hasta que el año pasado, Marco me convocó para dirigir en veteranos siendo justamente esos partidos los que me permitieron aplacarme y sentirme muy tranquila» nos expresa Verónica.
Para concluir con la nota, Verónica nos agrega «Cuando entro a una cancha a dirigir pienso mucho en mis hijos varones sobre todo, ellos no van a verme porque tienen temor a la reacción si escuchan algún insulto hacia mí. Recuerdo que no me dejaban ir a los torneos interbarrios por miedo a las agresiones pero gracias a Dios nunca me sucedió nada. Siempre digo que haciendo bien las cosas y trabajando con humildad los objetivos se cumplen. Vaya mi agradecimiento especial para Marco Fernández y por supuesto a todos mis compañeros que me toca compartir cancha. Sé que no me queda mucho en esta pasión arbitral, vivo el día a día, hago lo que me gusta y aprovecho los momentos que la vida me ofrece, que no es poco» finaliza Verónica Vargas, orgullo del arbitraje de Rawson.