Diego Flores salió campeón y para los ajedrecistas de Esquel, un eterno aprendizaje
EL MEJOR JUGADOR DEL PAÍS DEMOSTRÓ UNA GRAN TEMPLANZA PARA DERROTAR A AGUSTÍN VILLARREAL Y SE ALZÓ CON EL PREMIO MÁXIMO DEL CHUBUT TURÍSTICO.
EL MEJOR JUGADOR DEL PAÍS DEMOSTRÓ UNA GRAN TEMPLANZA PARA DERROTAR A AGUSTÍN VILLARREAL Y SE ALZÓ CON EL PREMIO MÁXIMO DEL CHUBUT TURÍSTICO.
Por REDACCIÓN SUPERDEPOR |
45 años pasaron para que la ciudad de Esquel tuviera un torneo de inmensa envergadura. El nivel fue superlativo y lo importante es el bichito que les picó a los aficionados de Esquel en eso de estudiar, compartir conocimientos y aprender.
Jugando con los mejores se aprende también, por ello esta semana se vivió a pleno con el torneo Chubut Turístico que lo tuvo a Diego Flores como el mejor de todos, al ganar casi la totalidad de los puntos de este certamen que tuvo de todo.
El segundo puesto quedó para Ian Ocampos, en tanto el tercer lugar en el podio fue para Daniel Pérez.
La mejor mujer ha sido María José Campos, quien logró el séptimo lugar en tanto Horacio Hernández fue el mejor clasificado del Círculo de Ajedrez de Esquel, ocupando el puesto 25 de la clasificación final con 4 unidades.
Claro que sorprendió la posición del otro Gran Maestro, Salvador Alonso, quien logró el puesto 11, donde había llegado a Esquel siendo el segundo mejor posicionado.
El torneo repartió más de 3 millones de pesos en premios, incluido los 1.000 dólares que se llevó el campeón.
Claro que lo más importante ha sido la experiencia lograda por nuestros jugadores y el firme compromiso de estudiar, de capacitarse y sobre todo de convocar a los niños y a las niñas a este fantástico deporte. Sino pregúntenle a Ezequiel Collazos, quien con solo 11 años es capaz de comerle al rival hasta los codos.
TERMINÓ SIENDO MÁS SENCILLO DE LO QUE UNO PENSABA
De las ocho primeras mesas, fue la que más rápido terminó la partida. Con la victoria de Diego Flores (GM 2545 ELO) sobre Agustín Villarreal (MF 2285 ELO) el primer puesto se definió rápido, el tema era saber quiénes terminaban en los restantes lugares del podio.
Parecía difícil para Diego Flores, pero terminó la partida con mucha excelencia. En apenas seis movidas, Agustín Villarreal, quien jugó con negras, pudo meter dos Peones en el centro del tablero y los Caballos por delante de la línea de Peones.
El Peón B4 ubicado por Flores, permitió la diagonal del Alfil y su captura. Quienes miramos el ajedrez de reojo, consideramos “un regalo” por parte del campeón. Seguramente no debe ser así. Flores lo habrá hecho por algún motivo.
Flores mete un Caballo amenazante en E5 y además recupera el Peón perdido. Acá se entendió todo. Es el momento donde Flores mete toda su experiencia en la cancha, en este caso en el tablero.
El Alfil que Villarreal “sacó a pasear” estaba defendido por un Caballo y ese Caballo lo usó para capturar al Caballo rival, que venía amenazando por E5.
Descuidó el Alfil negro y la Reina se acomodó en A4, jaque mediante y captura del Alfil. Era la jugada 10 y el panorama ya era otro.
A esta altura de la partida, la escalera de Peones, la posibilidad de sacar los Alfiles, parecía mejor posición para Flores.
Villarreal saca un Peón amenazando la Dama y Flores la hace retroceder, pero manteniendo la diagonal. Agustín hizo el enroque para darle vida a su Torre y luego deja en posición de ataque a su Dama que, acompañado por su Caballo en E5, quiere lastimar la posición de enroque, ya hecha por el campeón.
Una jugada clave ocurrió en la jugada 16, donde Villarreal con su Alfil en B7 amenaza al Caballo E4 con la posibilidad de meterse de lleno en la defensa del Rey blanco.
Pero Flores contesta con la amenaza a la Dama con el Peón puesto en B6 y a partir de ahí el juego entró en una vorágine de cambios de piezas, hasta que en la jugada 23 Villarreal mete Caballo en F3 y da jaque.
Flores sacrifica el Alfil que defiende al Rey, pero captura al caballo que era defendida por la Dama y aquí es el momento cumbre de la partida.
Un mínimo error tira todo por la borda. Villarreal solo le quedaba la Dama para atacar y con la amenazada latente de la Torre en E8 y toda la vertical para desarrollar esta pieza.
Flores defendió la posición con Torre en F1 pero atacó con la diagonal con Dama y Alfil, además de la Torre en F7 que clavaba a la Torre rival sin poder moverse. La encerrona del Rey fue evidente y el final se produjo en la jugada 29.
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EL MEJOR JUGADOR DEL PAÍS DEMOSTRÓ UNA GRAN TEMPLANZA PARA DERROTAR A AGUSTÍN VILLARREAL Y SE ALZÓ CON EL PREMIO MÁXIMO DEL CHUBUT TURÍSTICO.
45 años pasaron para que la ciudad de Esquel tuviera un torneo de inmensa envergadura. El nivel fue superlativo y lo importante es el bichito que les picó a los aficionados de Esquel en eso de estudiar, compartir conocimientos y aprender.
Jugando con los mejores se aprende también, por ello esta semana se vivió a pleno con el torneo Chubut Turístico que lo tuvo a Diego Flores como el mejor de todos, al ganar casi la totalidad de los puntos de este certamen que tuvo de todo.
El segundo puesto quedó para Ian Ocampos, en tanto el tercer lugar en el podio fue para Daniel Pérez.
La mejor mujer ha sido María José Campos, quien logró el séptimo lugar en tanto Horacio Hernández fue el mejor clasificado del Círculo de Ajedrez de Esquel, ocupando el puesto 25 de la clasificación final con 4 unidades.
Claro que sorprendió la posición del otro Gran Maestro, Salvador Alonso, quien logró el puesto 11, donde había llegado a Esquel siendo el segundo mejor posicionado.
El torneo repartió más de 3 millones de pesos en premios, incluido los 1.000 dólares que se llevó el campeón.
Claro que lo más importante ha sido la experiencia lograda por nuestros jugadores y el firme compromiso de estudiar, de capacitarse y sobre todo de convocar a los niños y a las niñas a este fantástico deporte. Sino pregúntenle a Ezequiel Collazos, quien con solo 11 años es capaz de comerle al rival hasta los codos.
TERMINÓ SIENDO MÁS SENCILLO DE LO QUE UNO PENSABA
De las ocho primeras mesas, fue la que más rápido terminó la partida. Con la victoria de Diego Flores (GM 2545 ELO) sobre Agustín Villarreal (MF 2285 ELO) el primer puesto se definió rápido, el tema era saber quiénes terminaban en los restantes lugares del podio.
Parecía difícil para Diego Flores, pero terminó la partida con mucha excelencia. En apenas seis movidas, Agustín Villarreal, quien jugó con negras, pudo meter dos Peones en el centro del tablero y los Caballos por delante de la línea de Peones.
El Peón B4 ubicado por Flores, permitió la diagonal del Alfil y su captura. Quienes miramos el ajedrez de reojo, consideramos “un regalo” por parte del campeón. Seguramente no debe ser así. Flores lo habrá hecho por algún motivo.
Flores mete un Caballo amenazante en E5 y además recupera el Peón perdido. Acá se entendió todo. Es el momento donde Flores mete toda su experiencia en la cancha, en este caso en el tablero.
El Alfil que Villarreal “sacó a pasear” estaba defendido por un Caballo y ese Caballo lo usó para capturar al Caballo rival, que venía amenazando por E5.
Descuidó el Alfil negro y la Reina se acomodó en A4, jaque mediante y captura del Alfil. Era la jugada 10 y el panorama ya era otro.
A esta altura de la partida, la escalera de Peones, la posibilidad de sacar los Alfiles, parecía mejor posición para Flores.
Villarreal saca un Peón amenazando la Dama y Flores la hace retroceder, pero manteniendo la diagonal. Agustín hizo el enroque para darle vida a su Torre y luego deja en posición de ataque a su Dama que, acompañado por su Caballo en E5, quiere lastimar la posición de enroque, ya hecha por el campeón.
Una jugada clave ocurrió en la jugada 16, donde Villarreal con su Alfil en B7 amenaza al Caballo E4 con la posibilidad de meterse de lleno en la defensa del Rey blanco.
Pero Flores contesta con la amenaza a la Dama con el Peón puesto en B6 y a partir de ahí el juego entró en una vorágine de cambios de piezas, hasta que en la jugada 23 Villarreal mete Caballo en F3 y da jaque.
Flores sacrifica el Alfil que defiende al Rey, pero captura al caballo que era defendida por la Dama y aquí es el momento cumbre de la partida.
Un mínimo error tira todo por la borda. Villarreal solo le quedaba la Dama para atacar y con la amenazada latente de la Torre en E8 y toda la vertical para desarrollar esta pieza.
Flores defendió la posición con Torre en F1 pero atacó con la diagonal con Dama y Alfil, además de la Torre en F7 que clavaba a la Torre rival sin poder moverse. La encerrona del Rey fue evidente y el final se produjo en la jugada 29.