El deporte de Esquel le debe mucho a él. Muchos de los que practicaron y practican deporte en nuestra ciudad necesitaron de una mano: para armar una tómbola, para un mate bingo, para juntar plata para un viaje. Y el «Pato» siempre estuvo. Siempre colaboró. Muy predispuesto para que los jóvenes de Esquel salieran adelante.
Muchas veces fue el locutor en las veladas de boxeo, también aficionado a la fotografía, donde siempre en las carreras retrataba a los ganadores de cada competencia, o a los últimos en llegar. Y seguramente los amigos del Diario La Portada, también lo recordarán como un amigo fiel, honesto y duradero.
No había causa en la que él no estuviera involucrado. Un tipazo que se lo va a extrañar.
Ojalá cuando alguien, en algún momento, le toque escribir la historia del segundo siglo de Esquel, el «Pato» Vidal, Héctor Vidal, tenga un capítulo aparte. Que así sea.