Este tipo de prácticas interfiere en el normal funcionamiento del servicio, afectando la correcta distribución del agua y perjudicando el abastecimiento al resto de los vecinos.
El sistema de agua de la localidad produce diariamente alrededor de 6 millones de litros, volumen que permite el funcionamiento adecuado del servicio cuando se respetan las condiciones de uso establecidas. La utilización de dispositivos no autorizados altera este equilibrio y genera un impacto negativo en toda la comunidad.
Ante esta situación, el Municipio informa que continuará con los controles, y que el personal correspondiente seguirá recorriendo y acercándose a las viviendas con el objetivo de detectar el uso de bombas de agua y conexiones que no cuenten con la debida autorización o registro.
Estas acciones buscan garantizar un acceso equitativo al servicio de agua potable, promoviendo el uso responsable de un recurso esencial.
Se solicita a los vecinos no utilizar bombas ni realizar conexiones directas a la red, y colaborar con el cuidado del sistema, entendiendo que el agua es un bien común.