"Chubut: La falacia de los vouchers en educación"

La educación pública está en crisis y ello da pie al surgimiento de todo tipo de hipótesis sobre cómo sanearlo. Hay muchos aspectos para abarcar dentro de lo educativo y para ello hace poco tiempo escribí mi libro “Los cambios que necesita la educación en Chubut”, el que se puede solicitar gratuitamente al mail juanzuoza @gmail.com.

Pero el tema en discusión en estos días es la propuesta de distribución de “vouchers educativos” como supuesta solución al problema escolar. Al respecto, el candidato que propone este sistema, sostiene que las familias podrán elegir la escuela que quieran. La educación será privada y sostiene que la competencia entre escuelas privadas mejorará la calidad educativa.

En primer lugar, el candidato desconoce la legislación educativa vigente, ya que la Ley nacional de educación 26.206 en su Art. 128 inc. c) establece el derecho de los padres a “Elegir para sus hijos/as, la institución educativa cuyo ideario responda a sus convicciones…”. Lo mismo se replica en la Ley provincial de educación VIII-N°91 en su Art. 98° inc. D). 

Por otro lado, elimina a la escuela pública reemplazándola por la privada, por la mera suposición de que lo privado va ser mejor y que ponerlo en un plano de competencia comercial entre escuelas mejoraría la calidad educativa. Esta aberración ideológica desconoce que la República Argentina es básicamente un país rural, donde sólo pueden funcionar las escuelas privadas en ámbitos de alta densidad poblacional. ¿Quién pondría una escuela privada en cada pueblo y paraje del interior? ¿Qué competencia se supone que habría en esos parajes para supuestamente “mejorar” la calidad educativa a través de la competencia comercial?¿quién garantiza que no haya escuelas privadas que regalen sus títulos y que terminen siendo esas las escuelas más elegidas?

Hoy en día, afortunadamente, conviven en nuestro país el sistema público y el sistema privado. Podemos ver que ser dueño de una escuela no es buen negocio, salvo casos excepcionales de escuelas para la clase alta. Es indudable que hoy, la educación pública es un desastre, por lo que algunas familias preferirían mudarse a un sistema privado. Sin embargo, como no es rentable, no existen personas dispuestas a invertir en la creación de escuelas privadas para saciar esa demanda de algún sector social. 

El rol del Estado para con la educación debe ser el de elevar el nivel cultural de la sociedad a través del conocimiento. Y esa inversión en educación es la que genera los mejores frutos y hasta las mejores “ganancias”, ya que el resultado de una buena educación es un pueblo capacitado para auto sustentarse, tomar decisiones, para progresar inteligentemente, para no repetir errores del pasado, y para construir un futuro sano para las siguientes generaciones. Por ello es tan importante el rol del Estado en la educación pública, en convivencia con la educación privada, que también debe seguir existiendo. 

Lo que necesita el Estado es gente capacitada que tome las riendas de la educación, eliminando todo el desastre que se ha hecho en las últimas décadas, volviendo a poner a las escuelas en el rol de entidades pedagógica y criteriosamente exigentes.

El presupuesto educativo debe ser muy cuidado, eliminándose todo tipo de despilfarros, abusos y cargos innecesarios. Es así y sólo así, como la educación dejará de ser un gasto para pasar a ser una verdadera inversión, donde el Estado sea promotor e inversionista en la mejor “materia prima” humana que podamos formar.

Por último, el candidato que propone ese sistema, no se da cuenta que la educación depende de las provincias, donde el rol del Estado nacional es meramente organizativo y muy general. Si además de ello, analizamos políticamente los resultados electorales, tampoco cuenta con mayoría legislativa en el congreso ni en las provincias para esas reformas.

Juan A. Zuoza
juanzuoza@gmail.com