Carta del Lector

Nuestras bombas nucleares olvidadas

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Según la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), 7 centros de producción, más una planta piloto, trataron mineral de uranio de 13 yacimientos en diferentes provincias. 7 plantas más 13 yacimientos, 20 sitios nunca remediados.

Los centros de producción o plantas de tratamiento fueron: Huemul y Sierra Pintada en Mendoza, Don Otto en Salta, Pichiñán en Chubut, Los Gigantes en Córdoba, La Estela en San Luis, y Los Colorados en La Rioja.

 

Una excepción: La Planta que trató el mineral del yacimiento Huemul fue instalada en la localidad de Malargüe a escasos metros de la plaza principal, constituyendo un pasivo ambiental grave y peligroso para los pobladores.

 

Por eso la CNEA inició allí sus primeros trabajos de remediación, claro que fue después de cuatro décadas de paralizada la explotación de la mina. Se remedió el sitio de la planta de tratamiento construyendo un parque, “área verde”, destinada a actividades deportivas con bicisenda, etc. Denominado El Mirador, se inauguró el 15 de setiembre de 2017.

 

Acceso al parque El Mirador

Todo muy bonito, pero apenas un año después, el parque se cerró al uso público por tiempo indeterminado. Como se advierte en la ilustración, el parque puede cerrarse fácilmente, pues dispone de un cerco perimetral metálico.

 

¿Las causas?  no están claras. Tampoco está claro si ya la CNEA lo transfirió a la Municipalidad ni quién se encarga de su mantenimiento. Precisamente por la demora en la transferencia, el parque estuvo abandonado un tiempo sin mantenimiento. Aparentemente el problema ha sido remediado a medias. En otro momento, abundaremos sobre este tema.

 

La Nación ni la provincia se ocupan de otra “bomba”: Los Gigantes en Córdoba.

 

Meses atrás, la mina de uranio abandonada en Los Gigantes volvió a suscitar dudas sobre contaminaciones radioactivas hacia el Lago San Roque, uno de los desastres ambientales más emblemáticos y menos públicos de la provincia de Córdoba.

 

La CNEA publicó un comunicado negando riesgos que en sus propios documentos internos reconoce. Hoy ¿qué está pasando en la mina abandonada? La mina de uranio ¿sigue acumulando un pasivo químico con la combinación de residuos radiactivos y materiales tóxicos? Preguntas con las que se inicia la entrevista que le realiza el medio “Enfant Terrible Ambientalismo” al activista socioambiental, Cristian Basualdo, residente en la provincia.

 

“En el comunicado dicen que no hay riesgos, pero en los documentos técnicos sostienen lo contrario. Es una negación política más que técnica”. “El caso expone una crisis de transparencia que atraviesa a todo el sector nuclear argentino: un pasivo nunca remediado, oculto bajo comunicados ambiguos y silencios oficiales, mientras sigue filtrando contaminantes hacia afuera del establecimiento minero”, expresó Basualdo.

 

Laguna de relaves de la mina Los Gigantes

Vista aérea laguna de relaves de Los Gigantes Las aguas del arroyo El Cajón van al Lago San Roque.

“La propia CNEA reconoce que se reimpermeabilizó el Dique 3 por roturas de la geomembrana. Lo dicen ellos: que fue por vientos de más de 100 kilómetros por hora. Eso significa que hubo pérdida de impermeabilización y pudo haber filtraciones. Tal vez se rompió la cobertura superior, lo que permite el ingreso de agua de lluvia y subterránea, colmatando el dique hasta un posible derrame. Es grave, aunque no lo expliquen con claridad”, advirtió el especialista.

 

Los Gigantes próxima a Villa Carlos Paz y al Lago San Roque 30 kms en línea recta

¿Y qué pasa con nuestras “bombas”? En Chubut son tres los sitios que quedaron abandonados desde la década del 70.  Las dos minas explotadas, Los Adobes y Cerro Cóndor y la planta de tratamiento Pichiñan.

 

Sitio Pichiñán

En esos sitios no se hizo remediación alguna, a pesar que la toma de agua potable de Paso de Indios se encuentra aguas debajo de la planta de tratamiento ubicada a escasos mil metros del río.

 

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