Taiwán renegó de la energía nuclear I
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La oposición a la energía nuclear ha aumentado significativamente en Taiwán en los últimos años debido a los potenciales riesgos de seguridad y al espinoso problema de la eliminación de residuos.
Hace muchos años, junto con cientos de otros activistas indígenas Tao, Hsieh Hsing-ching organizó una protesta contra la energía nuclear en la isla más oriental de Taiwán, Lanyu.
Al volver al lugar en 2025, mantiene sus reservas sobre la experiencia, pero su compromiso con la causa parece tan firme como siempre. Hsieh también conserva carteles antinucleares colgados en su casa, décadas después de la manifestación.
Todo empezó en 1978, cuando el gobierno taiwanés anunció un plan aparentemente inofensivo para construir una fábrica de conservas de pescado en Lanyu , hogar de miles de taoístas. Pero en lugar de una fábrica de conservas, el lugar se convirtió en un lugar para almacenar residuos nucleares de baja actividad, lo que muchos taoístas calificaron de "malvado".
En 1996, sintiéndose traicionados y engañados, cientos de activistas antinucleares, incluido Hsieh, protestaron frente al edificio de la empresa eléctrica estatal Taiwan Power Company (Taipower) en Lanyu y en un muelle cercano para impedir que enviara más barriles de material nuclear a sus tierras.
"Lanzamos piedras al lugar. Había policías armados y nos enfrentamos. No tenía miedo, estaba indignado", declaró Hsieh a DW.
Más de 100.000 barriles de residuos nucleares todavía están atascados en Lanyu, a pesar de los múltiples intentos de retirarlos e incluso de una disculpa pública de la ex presidenta Tsai Ing-wen al pueblo Tao por la transferencia sin su consentimiento.
Este fue uno de los incidentes clave que desencadenó un masivo movimiento antinuclear en Taiwán, que ahora ha adoptado una política desnuclearizada. En mayo, Taiwán decidió cerrar el único reactor que quedaba en la isla, poniendo fin así a la energía nuclear en el territorio.
Las ambiciones nucleares de Taiwán se remontan a la década de 1950, cuando la isla buscaba desarrollar energía nuclear tanto para fines civiles como militares, en particular para contrarrestar la amenaza de la China continental dirigida por los comunistas, que considera a Taiwán como su propio territorio.
Los esfuerzos de Taipei por adquirir armas nucleares y tecnología de reprocesamiento de combustible fueron restringidos por Estados Unidos.
Aun así, Taiwán puso en marcha con éxito un programa nuclear civil y aprobó la construcción de su primer reactor en 1970. Desde entonces, la isla autónoma ha logrado construir tres plantas de energía nuclear, con un total de seis reactores nucleares. (FUENTE Chermaine Lee vive y escribe desde Lanyu Taiwán)
En próxima nota veremos la fuerte oposición pública.
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