Comercios y puestos feriantes de Madryn estaban cerrados cuando bajaron los cruceristas

Puerto Madryn recibió al imponente crucero Norwegian Star, un visitante habitual en el muelle local que arribó a primera hora de la mañana con cerca de dos mil de turistas ansiosos por descubrir los encantos de la ciudad. El amarre fue a las 7 de la mañana. Sin embargo, el entusiasmo de los pasajeros al desembarcar contrastó con una imagen de persianas bajas: muchos comercios céntricos, especialmente los ubicados en la Avenida Roca, permanecieron cerrados, y los privilegiados puestos feriantes de la rambla comenzaron a operar recién después de las 9:30.

Esta situación, que no es nueva para quienes viven del turismo en la ciudad, refleja una falta de coordinación que la Cámara de Comercio de Puerto Madryn aún no ha logrado resolver a pesar de los reiterados señalamientos desde el gobierno, como así también de los cruceristas. 

Además, los turistas también enfrentaron inconvenientes con los servicios de guías de turismo debido a un accidente automovilístico en la Ruta 3, que retrasó el inicio de varias excursiones.

A pesar de estas dificultades, las excursiones hacia Punta Tombo se completaron, priorizando esta opción por su cercanía mayor que a Península Valdés, y los tiempos ajustados, ya que el crucero debe zarpar hacia Buenos Aires a las 16:00 horas. Sin embargo, esta falta de aprovechamiento de un día clave para el comercio local es una nueva invitación a reflexionar sobre la necesidad de un mayor compromiso y planificación para atender a los turistas, quienes suelen elegir Madryn como escala por sus paisajes y servicios.

Los comerciantes deben encontrar un equilibrio entre sus horarios habituales y las exigencias que trae consigo el turismo de cruceros, especialmente cuando se trata de buques de la magnitud del Norwegian Star. Abrir a tiempo no solo significa atender a los visitantes, sino también enviar un mensaje de hospitalidad que la ciudad siempre busca proyectar.