¿Tomar agua con bicarbonato de sodio es beneficioso o riesgoso?

En los últimos años, el bicarbonato de sodio, que solía reservarse para usos domésticos o como antiácido ocasional, ha ganado popularidad en el mundo del bienestar y la salud. Hoy en día, es común escuchar que beber agua con bicarbonato puede ayudar a mejorar el rendimiento físico, aliviar problemas de digestión o hasta proteger los riñones. Sin embargo, los especialistas advierten sobre los riesgos asociados a esta práctica y sugieren cautela a quienes decidan adoptarla en su vida diaria.

El bicarbonato de sodio es un compuesto alcalino que puede neutralizar el exceso de ácido en el organismo. Algunos promotores de esta tendencia afirman que ayuda a reducir la acidez del cuerpo, mejorando problemas como el reflujo y la indigestión. Grace Derocha, dietista y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos, explica que el bicarbonato puede aliviar temporalmente el ardor causado por el reflujo ácido, al elevar el pH en el estómago. Este efecto es similar al que proporcionan ciertos antiácidos que incluyen bicarbonato de sodio en su fórmula.

Además, algunos atletas encuentran en el bicarbonato un aliado para mejorar su rendimiento en ejercicios de alta intensidad. Tamara Hew-Butler, fisiologista en la Universidad Estatal de Wayne, afirma que su consumo reduce la acidez en los músculos durante el ejercicio, lo que permite una mayor resistencia en actividades como el ciclismo o el levantamiento de pesas.

¿Realmente tiene beneficios para el rendimiento físico?

El uso de bicarbonato como suplemento deportivo ha sido estudiado desde la década de 1980. Un análisis reciente de la International Society of Sports Nutrition sugiere que consumir bicarbonato de sodio una hora antes de hacer ejercicio podría mejorar el rendimiento en actividades de alta intensidad que duren hasta 12 minutos. La explicación está en su capacidad para mantener el pH del cuerpo más neutral, evitando la acumulación de ácido láctico en los músculos, responsable de la fatiga muscular.

Sin embargo, estos beneficios tienen un límite. Para alcanzar los efectos deseados, la cantidad de bicarbonato que se debe ingerir es alta y, en exceso, puede provocar malestar gastrointestinal, incluyendo náuseas, diarrea y dolor abdominal.

¿Existen beneficios para la salud renal?

Algunos estudios sugieren que el bicarbonato de sodio podría beneficiar a personas con enfermedad renal crónica. Según Paul O’Connor, profesor en el Medical College of Georgia, el bicarbonato puede contrarrestar la carga ácida en el cuerpo, ayudando a reducir la progresión de la enfermedad renal en personas con hipertensión y alto riesgo renal. Sin embargo, este uso específico está destinado a quienes reciben supervisión médica y no debería generalizarse.

¿Cuáles son los riesgos de consumir bicarbonato de sodio?

Si bien los beneficios de tomar agua con bicarbonato pueden ser tentadores, los riesgos no deben subestimarse. Uno de los problemas más graves es la alcalosis metabólica, una condición en la que el pH del cuerpo se eleva demasiado, lo que puede derivar en problemas cardíacos y confusión mental. El francés Largeman-Roth, dietista registrada, advierte que el bicarbonato, si se consume sin control, puede desestabilizar el equilibrio ácido-base del cuerpo, con consecuencias potencialmente graves.

Además, el bicarbonato contiene una alta cantidad de sodio. Solo una cucharadita contiene más de 1,200 miligramos, superando el límite diario recomendado de 1,500 miligramos para la mayoría de los adultos. Su ingesta prolongada puede ser peligrosa para personas con hipertensión o problemas renales, ya que una sobredosis de sodio en la sangre puede provocar hipernatremia, una condición que puede derivar en insuficiencia renal e incluso ruptura estomacal por la rápida formación de gas.

¿Conviene sumarse a esta tendencia?

Aunque el bicarbonato de sodio parece una solución natural para algunos problemas de salud, su consumo regular sin asesoramiento profesional puede generar riesgos mayores que los beneficios prometidos. Los expertos recomiendan que antes de comenzar cualquier tipo de suplementación, incluida la ingesta de bicarbonato de sodio, se consulte a un profesional de la salud. Como ocurre con muchas tendencias de bienestar, lo que parece una solución fácil podría convertirse en una complicación para la salud.

En resumen, el bicarbonato de sodio podría ofrecer alivio temporal en casos específicos y controlados, pero no está libre de efectos adversos y no debería considerarse una panacea. La tendencia actual a consumirlo en agua debe evaluarse con cuidado, entendiendo que una práctica aparentemente inofensiva puede, en realidad, tener un impacto significativo en la salud.