La Biblioteca Agustín Álvarez celebra 90 años: descubrimos verdaderos tesoros en el faro de conocimiento y recuerdos en Trelew
La Biblioteca abrió su archivo a EL CHUBUT Digital para mostrarle a la comunidad verdaderas reliquias de colecciones exclusivas que relatan el origen de lo que hoy es Chubut, la Patagonia y el mundo: libros de 400 y 500 años, informes, mapas y dibujos que retrataron los visitantes que pasaron por estas tierras y que están en Trelew.
por REDACCIÓN CHUBUT 02/07/2024 - 08.55.hs
La Biblioteca Agustín Álvarez, un pilar de la cultura y el conocimiento en Trelew, celebra este lunes 8 de julio su 90º aniversario, y moviliza el sentimiento de decenas de generaciones que pasaron por sus instalaciones y, en la actualidad, los jóvenes que más allá de la revolución digital, siguen eligiendo a este nicho de información, como espacio de consulta y estudio.
Fue fundada en 1934, la institución ha sido un refugio para generaciones de lectores y estudiantes, ofreciendo un espacio para la investigación, la educación y el crecimiento personal.
Desde su clásica fachada, que nada tiene que ver con su primer edifició frente al Hotel Touring Club, y por el traquetear de los años, su localización en la intersección de Fontana y San Martín, una esquina clásica de la ciudad, con mucha circulación de personas que asisten a la Biblioteca que gentilmente abrió las puertas de su increíble archivo para mostrarnos sus tesoros: las colecciones de Rodolfo Casamiquela y Arancibia; y de Milcíades Alejo Vignati, que cuenta, por ejemplo, con material inédito sobre antropología e historia de los pueblos originarios de la Patagonia del siglo XVII Y XVIII, que es de consulta permamente de investigadores y escritores de todo el mundo.
En una entrevista con EL CHUBUT Digital, Sandra Gómez, presidenta de la comisión directiva de la biblioteca, compartió sus reflexiones sobre este hito y el legado perdurable de la institución.
Un hito significativo
"Tenemos muchas expectativas este año porque son 90 años, nos pareció que era un número muy importante", comenzó Sandra Gómez, resaltando la relevancia de este aniversario. En colaboración con la coordinación de investigación de la Municipalidad de Trelew, liderada por Diego Gatica y su equipo, la biblioteca ha estado preparando una serie de eventos conmemorativos.
"Comenzamos a investigar sobre la historia de la biblioteca, lo que nos motivó a avanzar en la organización de un acto oficial, hacer reconocimientos y celebrar con una fiesta, brindis y torta", agregó Gómez.
Un legado de compromiso y dedicación
La historia de la Biblioteca Agustín Álvarez está marcada por el compromiso y la dedicación de muchas personas. "Esta biblioteca tuvo distintos equipos de personas que han trabajado en ella, algunos durante toda su vida", recuerda Gómez con emoción. Uno de esos nombres es Amanda Paz de Zamora, quien trabajó en la biblioteca por más de 50 años, dejando una huella imborrable en la institución. "Recordamos con mucho cariño a aquellos que dedicaron su vida a este lugar, haciendo posible la atención al usuario y la comunidad", dijo Gómez.
La Biblioteca Agustín Álvarez no solo ha perdurado en el tiempo, sino que ha sabido adaptarse a los cambios. "Las bibliotecas no se cierran, perduran en el tiempo porque son dinámicas y se adaptan a las necesidades del usuario", señaló Gómez. A pesar de los avances tecnológicos y el acceso a la información digital, la biblioteca sigue siendo un punto de encuentro para jóvenes que ocupan la sala de lectura diariamente. La institución se ha transformado en una "biblioteca híbrida", ofreciendo material tanto en formato papel como digital.
Tesoros invaluables: La colección Milcíades Alejo Vignati
Entre los muchos tesoros que alberga la Biblioteca Agustín Álvarez, destaca la Colección Milcíades Alejo Vignati. Esta colección es un verdadero tesoro para investigadores y académicos, ya que incluye una vasta cantidad de documentos y materiales que reflejan la riqueza cultural y científica de la región.
"La colección Vignati es probablemente una de las más importantes que tenemos. Incluye estudios arqueológicos, antropológicos y sociológicos realizados en la Patagonia, muchos de los cuales son únicos y se pueden consultar solo aquí", explicó Gómez.
Fue profesor de antropología, etnografía y arqueología en el Instituto del Museo de la Universidad Nacional de La Plata. Desde 1930, dirigió el Departamento de Antropología y fue miembro del Consejo Académico de la misma universidad. También enseñó en el Instituto Nacional del Profesorado en la Escuela Normal de Profesores "Mariano Acosta".
Dirigió actividades en el Instituto del Museo de La Plata y el Instituto Superior de Estudios Patagónicos. Realizó investigaciones arqueológicas en Comodoro Rivadavia y la Patagonia. En Neuquén, descubrió las ruinas de la Misión del Nahuel Huapi del siglo XVII, dirigida por el padre Nicolás Mascardi.
Sus estudios en la Patagonia y el sur de Buenos Aires identificaron a los «gününa-küne» o puelches como parte del mismo complejo cultural que los tehuelches. Propuso como límite entre ambos la frontera actual entre Chubut y Santa Cruz. También identificó a los tehuelches del sur como «aónikenk» y los del noroeste como «teusch», probablemente los poyas descritos por Mascardi.
Investigó en el área diaguita del Noroeste argentino y descubrió un cementerio en la Puna. En los años 1930, exploró conchales en el Canal de Beagle y las costas patagónicas, sugiriendo que los pescadores del Holoceno temprano podrían haber sido canoeros magallánicos.
Fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias desde 1940. Falleció en Buenos Aires en 1978.
En la colección, Vignati tiene registros exclusivos sobre libros literarios, históricos, religiosos, políticos, libros de viajes, mapas, investigaciones antropológicas, de botánica, arquelogícos, registros artísticos sobre la vida de los pueblos originarios en lo que hoy es la Patagonia. El origen de los actuales territorios, publicaciones de 500 años que son verdaderas reliquias.
El valor considerable de la colección radica en que es única y está compuesta por documentos de primera mano sobre la cultura local: libros de sociología, arqueología. La colección es consultada por investigadores, historiadores y periodistas.
Otra colección jerarquizada es la Epifanía Calvo, quien fuera una destacada docente de lengua y literatura y que legó su biblioteca personal para el uso comunitario.
Colección Casamiquela
En el año 2011, Noemí Villaverde viuda de Casamiquela donó la biblioteca personal de su marido, la que incluía documentos inéditos. La Conabip señala que durante la visita realizada por Vezub y Sourrouille (2018) revisaron parte de esa colección concentrándose en los legajos relacionados con el viaje del naturalista suizo Jorge Claraz (1865-66).
Acceso abierto y digitalización
Con el objetivo de preservar y compartir este valioso patrimonio, la biblioteca ha emprendido la tarea de digitalizar materiales como los de Casamiquela y Arancibia. "Digitalizamos y compartimos todo el material que nos piden para que la información sea accesible", comenta Gómez, subrayando la importancia del acceso abierto al conocimiento. "Nosotros creemos en esto del acceso abierto, y por eso digitalizamos y compartimos todo el material que nos piden."
Un espacio para todos
La biblioteca no es un depósito de libros, sino un lugar vivo donde se forjan recuerdos y se construye el futuro. "Nos proyectamos porque creemos en la continuidad de las bibliotecas. Seguimos ofreciendo el mejor servicio de información, adaptándonos a los cambios de la sociedad", concluyó Gómez. A pesar de la era digital, la biblioteca sigue siendo un refugio para aquellos que buscan aprender y crecer.
Celebración y homenaje
Este lunes, la Biblioteca Agustín Álvarez invita a la comunidad a unirse a la celebración de sus 90 años. Será un momento para recordar el pasado, honrar a aquellos que han sido parte de su historia y mirar hacia un futuro lleno de posibilidades. La celebración incluirá un acto oficial, reconocimientos, y una fiesta con brindis y torta. Es una oportunidad para rendir homenaje a la dedicación y el compromiso de todos aquellos que han contribuido a que la biblioteca sea lo que es hoy.
La Biblioteca Agustín Álvarez ha sido y seguirá siendo un faro de conocimiento y cultura en Trelew, iluminando el camino para futuras generaciones. Este 90º aniversario es una ocasión para celebrar no solo los logros del pasado, sino también las promesas del futuro, asegurando que este valioso recurso continúe sirviendo a la comunidad por muchos años más.
Un poco de historia
La biblioteca Agustín Álvarez de la ciudad de Trelew fue inaugurada el 8 de julio de 1934. Cincuenta años antes, el gobierno argentino le había otorgado al galés Lewis Jones la concesión para desarrollar el Ferrocarril Central del Chubut, que uniría Puerto Madryn con Las Plumas en el centro de la provincia. La “punta de rieles” de este tendido ferroviario sería la estación Trelew, fundada en 1884.
El nacimiento de la Biblioteca Agustín Álvarez también fue una iniciativa de este pueblo de origen galés que, por diferentes circunstancias, recién pudo oficializar su fundación en la década del treinta del siglo XX, cuando la urbe ya había crecido en cantidad de habitantes y en afluencia de inmigrantes provenientes de diferentes países. En su libro “Trelew, un Desafío Patagónico”, Matthew Henry Jones relata el nacimiento de la biblioteca. Esos textos cobran especial interés porque reúnen información de esa época sobre los primeros años de la entidad trelewense. Matthew Henry Jones que había nacido en Trelew el 25 de febrero de 1908, era hijo de Henry Evan Jones y Gwen Mate y nieto de Abraham Matheus, pioneros galeses que formaron parte del proyecto colonizador de Chubut. Matthew Henry Jones realizó una investigación de varios años tomando como documentos a diarios y revistas de la zona y reuniendo testimonios de los primeros pobladores con el único objetivo de “dejar en el papel la historia de Trelew”. Sobre la Biblioteca Popular Agustín Álvarez, Jones transcribe el testimonio de su padre Henry Evan quien hace referencia a que en un principio la entidad era un Centro Cultural donde se reunía la comunidad galesa a leer los periódicos que llegaban de Europa. También allí se reunían para tratar temas políticos.
Recién en 1933 y por iniciativa de la Escuela Nacional Nº 5 la biblioteca retoma las actividades. Un grupo de docentes reunidos en “La Liga de los Maestros del Sur”, se hizo cargo de la biblioteca y resolvieron llamar a los vecinos para una asamblea general. Se nombró una comisión provisoria, a la que se le encargó la misión de redactar los estatutos generales y convocar a una asamblea general para la aprobación y para la elección de una comisión directiva definitiva. La comisión provisoria quedó integrada por Segundo Fernández, presidente; Francisco Arancibia, secretario; Delia Zambado, tesorera y los vocales fueron Julio Arancibia, Elvira Hopkins de Arancibia y Santiago Vidal. Fue esta comisión provisoria la que resolvió en su estatuto general la creación de la biblioteca de carácter popular y resolvió también brindarle un nombre: “Agustín Álvarez*” (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares -CONABIP-)
Por qué se llama así
El nombre de la biblioteca de Trelew se eligió en honor a Agustín Álvarez quien fuera militar, sociólogo, político, educador y abogado. Egresado del Colegio Militar en 1878 con grado de teniente, intervino en campañas en todo el país, incluida la del Desierto. Fue coronel y capitán y estuvo en actividad por más de 21 años. En 1883, ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y cinco años más tarde obtuvo el título de grado. Años después fue designado juez. Agustín Álvarez se dedicó a la docencia en Buenos Aires y en Mendoza. En 1890 fue profesor de Filosofía y de Derecho. Fue elegido diputado nacional y plasmó sus ideas positivistas y liberales en ensayos y periódicos. Escribió para El Debate, Times (Londres), Caras y Caretas, Fray Mocho y numerosas publicaciones vinculadas con la abogacía. Es considerado uno de los intelectuales más importantes del siglo XIX, perteneciente a la que se conoce en la historia de las ideas argentinas como la Generación del´80.
Periodista: Rodrigo Mansilla
Fotos y Video: Izmir Caucota
Fotos: Conabip
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