Columna de Opinión

Las redes sociales y los niños

A diario, niños y adolescentes se desenvuelven en las redes, en la búsqueda de algunas respuestas, que sería mejor encontrarlas dentro del grupo familiar.

Si bien las redes sociales son muy atractivas, logran relacionar personas, conectarnos desde intereses comunes, compartir información y entretenernos, guardan un lugar que conecta con lo insondable, con aquello que no podemos controlar. En ese punto es donde se vuelve peligroso su uso.

 

La popularidad es otra de las búsquedas rápidas, término que hasta no hace mucho tiempo se conseguía con la interacción personal, ya sea en el colegio, en el club o en el barrio limitado a un grupo pequeño y generalmente conocido tanto por el niño como la familia. Hoy está al alcance de una pantalla.

 

Las redes sociales se vuelven atractivas, desde el anonimato logran mayor confianza, menos intimidados, factor muy importante en niños tímidos o introvertidos, donde la interacción personal es más dificultosa. La trampa está en que dentro de este “anonimato” nunca tenemos claro quién es el interlocutor, ya que se pueden crear perfiles falsos. Pudiendo cambiar nombre, edad e intereses Falseando una identidad sin tener claro su finalidad, sin saber quién está del otro lado, los peligros crecen hasta lugares inimaginables. Junto con la exposición que genera la mirada y la aprobación de miles de desconocidos.

 

Es por eso que nos enfrentamos al desafío de formar a los jóvenes con acceso ilimitado a Internet. Derribando la creencia que al estar “dentro de casa” están seguros y libres de determinados peligros. La tarea puede no ser sencilla, ya que las obligaciones de los padres o mayores a cargo, pueden ser la excusa perfecta junto con el entretenimiento que provoca en los jóvenes.

 

Acompañar a los más chicos es fundamental y trasciende el ámbito privado poder guiarlos en el uso de las redes. Establecer horarios para su utilización. La utilización de dispositivos en lugares comunes y la interacción permanente de los adultos con pautas claras.

 

Priorizando que si bien las redes son una fuente inagotable de entretenimiento e interacción con múltiples temas de interés, esconden una exposición y un peligro donde los jóvenes no tienen las herramientas para afrontar y defenderse.

 

 

Gonzalo Quispe es psicólogo, acompañante terapéutico infantil, especializado en psicosis, autismo y parálisis cerebral infantil. Actualmente retirado de la actividad.

 

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