Un 14 de diciembre, pero de 2003, Boca se consagró campeón del mundo al imponerse ante el Milan de Italia en la definición por penales 3 a 1, y conquistó la última Copa Intercontinental del club y el fútbol argentino.
Boca llegó a esa jornada histórica en Japón con el antecedente de vencer al Real Madrid de “los galácticos” en el 2000 y volvió a repetir la gesta pero ante un Milan plagado de figuras.
Es que el equipo de Carlos Bianchi, debió verse las caras contra el poderoso equipo de Italia que conquistó la Champions League de la mano de Ricardo Kaká, Paolo Maldini, Andrea Pirlo, Adriy Shevchenko, Cafú , entre otras estrellas.
En el estadio de Yokohama (Japón) el encuentro finalizó en igualdad 1 a 1 en tiempo regular, con goles de Jon Dahl Tomasson a los 24 minutos para el club italiano y Matías Donnet a los 29, para el Xeneize.
Con este resultado, el trofeo definió por penales, y en esa instancia -algo que le resultaba cómodo a Boca en aquella época-, el conjunto de La Ribera volvió a escribir una página dorado en su historia.
En los remates desde los 12 pasos, Rolando Schiavi, Donnet y Raúl Cascini (quien definió la serie) convirtieron, mientras que Sebastián Battaglia erró.
Pero los focos de la noche asiática se los llevo el arquero Roberto “Pato” Abbondanzieri, ya que hizo alarde su especialidad en los penales y contuvo los remates de Pirlo y Costacurta, lo que le permitió ganar el trofeo a su equipo.