Este es el momento en que los pequeños jugadores sepan por qué aparece el nombre de Santiago Acuña cuando se acercan a la sede del club. Su nombre aparece imborrable y, a partir de ayer, cada vez más imborrable.
Este es el momento del respeto por la historia y de conocer la historia. Belgrano de Esquel se fundó en septiembre del año 1964 con la idea de nuclear a muchos chicos del barrio Buenos Aires, todos ellos estudiantes de la Escuela 8. Claro que todo esto se logró gracias a aquel muchacho de unos 26 años, llamado Santiago Acuña, hoy Don Santiago Acuña.
Fue el primer presidente del club, por apenas trece meses, pero siempre estuvo ligado al club. Fue parte del club.
Su vida fue el club. Claro que no pudo con su genio y 30 años más tarde, volvió a la presidencia del club también por apenas un año pero, al igual que al principio, le puso el alma y la vida a esta institución.
Vaya uno a saber si Don Santiago Acuña soñó por aquel entonces el Belgrano de Esquel que es hoy. Con una estructura y con una cantidad de piberío recorriendo la cancha ubicada entre Alsina, Pasteur, Sáenz Peña y Molinari.
Mucho de lo que se ve hoy, es gracia a este hombre que albergó y cuidó a cada uno de los peques de aquel entonces.
Se fue Santiago Acuña y con su partida, se cerró no solo una página, un capítulo más que importante de la historia del club.