A los 70 años y luego de padecer durante meses por una enfermedad que no pudo superar, falleció esta madrugada Máximo Gallardo, padre del Muñeco y entrenador del fútbol senior del River Plate, confirmó oficialmente la institución de Núñez.
Máximo se desempeñó durante gran parte del proceso de Marcelo como un captador de talentos de las inferiores por el interior y desde hace algún tiempo, para evitar los viajes y por temas de salud, pasó a ser parte del cuerpo técnico del fútbol senior.
Este grupo de jugadores ex glorias del club fue quien salió a jugar un partido del torneo con una bandera que decía “fuerza Máximo” y desde entonces se hizo pública la enfermedad de Máximo a inicios de este año. Los jugadores que se encuentran en Chile para un amistoso se enteraron de la noticia en Santiago, entre ellos Ariel Ortega, Ariel Franco, el Pitu Abelairas y Sambueza entre otros.
Máximo no pudo estar en el momento de la presentación de Gallardo en su regreso al club como entrenador este año. Es más, al momento de hablar el día que regresó al club, el Muñeco se emocionó al advertir que no estaba su padre en el evento y dijo que ya lo iba a tener en los pasillos y en el vestuario. En ese momento dijo casi entre lágrimas: “Le quiero agradecer de todo corazón a todos, y en especial a mi viejo que no está acá, que no puede estar, pero que lo tengo en mi corazón. Así que ya lo vamos a tener acá”.
El padre de Gallardo tuvo una mejoría de salud y fue al primer partido ante Huracán, acompañado por sus hijas Marta y Paola y sus nietas y alentó desde el palco 57 de la Belgrano. Sin embargo, en los últimos meses su salud se agravó y esta madrugada se produjo el deceso acompañado por su familia.
Cuando Marcelo Gallardo comenzó a jugar al fútbol, en el club Once Colegiales de Parque San Martín (Merlo), su papá, Máximo, era el entrenador del equipo de baby. “Yo el primer jugador de fútbol que vi fue mi papá, en los campeonatos en Merlo, yo tendría unos 5 o 6 años, jugaba muy bien”, contó alguna vez el Muñeco. Gallardo ya había perdido a su madre, Ana, por una enfermedad similar hace 10 años cuando jugaba contra Boca la semifinal de la Copa Sudamericana.