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Cuando Puerto Madryn fue escenario de una epopeya mundial
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Cuando Puerto Madryn fue escenario de una epopeya mundial

POR GUSTAVO GÓMEZ.
 

Por REDACCIÓN SUPERDEPOR

El 4 de enero de 2009, Puerto Madryn vivió un momento que quedará grabado para siempre en la memoria de la ciudad. Por primera y única vez, el Rally Dakar, la competencia más prestigiosa y exigente del mundo motor, transitó por tierras chubutenses, transformando al litoral patagónico en una vitrina global para millones de espectadores.

La edición 2009 del Dakar marcó un hito histórico para la Patagonia: por primera vez la carrera abandonó su escenario tradicional para trasladarse a tierras desconocidas, recorriendo 9.000 kilómetros de caminos, desiertos y montañas entre Argentina y Chile. Durante 15 días, 436 competidores de distintas categorías (autos, motos, camiones y cuatriciclos) desafiaron los límites del cuerpo y la máquina en un recorrido que conjugó exigencia técnica y maravillas paisajísticas.

La largada, el 3 de enero en Buenos Aires, frente al imponente Obelisco, dio inicio a una travesía épica. Tras una primera etapa que unió la capital con Santa Rosa, los vehículos comenzaron a surcar las interminables planicies pampeanas para arribar, un día después, a Puerto Madryn.

UN ESPECTÁCULO SIN IGUAL

Aquella tarde de verano, con temperaturas que superaron los 33 grados, la ciudad se vistió de gala para recibir a los equipos del Dakar. Más de 100 mil personas se agolparon a lo largo de las calles, desde la Avenida Roca hasta el Boulevard Brown, y en El Golfito, donde se estableció el parque cerrado. La marea humana no solo fue testigo del rugir de motores, sino que también se dejó llevar por la emoción y la adrenalina que genera esta competencia única.

El español Carlos Sainz, múltiple campeón mundial y favorito en la categoría autos, lideraba la clasificación general, aunque el primero en arribar a Madryn fue el piloto qatarí Nasser Al-Attiyah, recibido por el gobernador Mario Das Neves en un acto que destacó la importancia del evento. Las motos, con Marc Coma a la cabeza, conquistaron los aplausos del público, mientras los imponentes camiones y los ágiles cuatriciclos desfilaron en un despliegue de potencia y destreza.

El impacto del evento no solo fue deportivo, sino también turístico y social. La ciudad vivió un movimiento sin precedentes, con hoteles y restaurantes colmados, mientras turistas de todo el país y del mundo se sumaban a la fiesta. El intendente Carlos Eliceche, junto a su gabinete, lideró un operativo de seguridad y logística impecable, garantizando que la jornada transcurriera sin sobresaltos y con una organización digna de un evento de talla internacional.

CHUBUT EN EL MAPA DEL DAKAR

El lunes 5 de enero, el rugir de motores volvió a hacerse sentir con el inicio de la tercera etapa. Los competidores partieron de Puerto Madryn rumbo a Ingeniero Jacobacci, en Río Negro, enfrentándose a un enlace de 694 kilómetros que combinó los paisajes ondulados de la meseta patagónica con los primeros desafíos montañosos. Sin embargo, para los madrynenses y los miles de espectadores que se congregaron aquel día, el Dakar dejó una huella imborrable.

Hoy, más de una década y media después, el Dakar sigue siendo un recuerdo imborrable para la ciudad, una página dorada que la unió al espíritu indomable de una de las competencias más desafiantes y fascinantes del planeta. Puerto Madryn, por un día, fue el epicentro del mundo motor, y su huella en la historia del Dakar permanecerá para siempre.

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Cuando Puerto Madryn fue escenario de una epopeya mundial

POR GUSTAVO GÓMEZ.
 

El 4 de enero de 2009, Puerto Madryn vivió un momento que quedará grabado para siempre en la memoria de la ciudad. Por primera y única vez, el Rally Dakar, la competencia más prestigiosa y exigente del mundo motor, transitó por tierras chubutenses, transformando al litoral patagónico en una vitrina global para millones de espectadores.

La edición 2009 del Dakar marcó un hito histórico para la Patagonia: por primera vez la carrera abandonó su escenario tradicional para trasladarse a tierras desconocidas, recorriendo 9.000 kilómetros de caminos, desiertos y montañas entre Argentina y Chile. Durante 15 días, 436 competidores de distintas categorías (autos, motos, camiones y cuatriciclos) desafiaron los límites del cuerpo y la máquina en un recorrido que conjugó exigencia técnica y maravillas paisajísticas.

La largada, el 3 de enero en Buenos Aires, frente al imponente Obelisco, dio inicio a una travesía épica. Tras una primera etapa que unió la capital con Santa Rosa, los vehículos comenzaron a surcar las interminables planicies pampeanas para arribar, un día después, a Puerto Madryn.

UN ESPECTÁCULO SIN IGUAL

Aquella tarde de verano, con temperaturas que superaron los 33 grados, la ciudad se vistió de gala para recibir a los equipos del Dakar. Más de 100 mil personas se agolparon a lo largo de las calles, desde la Avenida Roca hasta el Boulevard Brown, y en El Golfito, donde se estableció el parque cerrado. La marea humana no solo fue testigo del rugir de motores, sino que también se dejó llevar por la emoción y la adrenalina que genera esta competencia única.

El español Carlos Sainz, múltiple campeón mundial y favorito en la categoría autos, lideraba la clasificación general, aunque el primero en arribar a Madryn fue el piloto qatarí Nasser Al-Attiyah, recibido por el gobernador Mario Das Neves en un acto que destacó la importancia del evento. Las motos, con Marc Coma a la cabeza, conquistaron los aplausos del público, mientras los imponentes camiones y los ágiles cuatriciclos desfilaron en un despliegue de potencia y destreza.

El impacto del evento no solo fue deportivo, sino también turístico y social. La ciudad vivió un movimiento sin precedentes, con hoteles y restaurantes colmados, mientras turistas de todo el país y del mundo se sumaban a la fiesta. El intendente Carlos Eliceche, junto a su gabinete, lideró un operativo de seguridad y logística impecable, garantizando que la jornada transcurriera sin sobresaltos y con una organización digna de un evento de talla internacional.

CHUBUT EN EL MAPA DEL DAKAR

El lunes 5 de enero, el rugir de motores volvió a hacerse sentir con el inicio de la tercera etapa. Los competidores partieron de Puerto Madryn rumbo a Ingeniero Jacobacci, en Río Negro, enfrentándose a un enlace de 694 kilómetros que combinó los paisajes ondulados de la meseta patagónica con los primeros desafíos montañosos. Sin embargo, para los madrynenses y los miles de espectadores que se congregaron aquel día, el Dakar dejó una huella imborrable.

Hoy, más de una década y media después, el Dakar sigue siendo un recuerdo imborrable para la ciudad, una página dorada que la unió al espíritu indomable de una de las competencias más desafiantes y fascinantes del planeta. Puerto Madryn, por un día, fue el epicentro del mundo motor, y su huella en la historia del Dakar permanecerá para siempre.

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