Marcelo Gallardo sigue mirando y analizando el estado anímico y la fortaleza mental de sus jugadores para diseñar el equipo que además de jugar el domingo en el Mas Monumental contra Gimnasia, tiene que observar con cuidado lo que viene, que será Boca en la Bombonera, en un mano a mano crucial de cara la plaza de la Libertadores que entrega la Tabla Anual.
Por eso en este partido del domingo de local y con los ecos del malestar de los hinchas tras la caída por penales ante Independiente Rivadavia, está la cuña de Boca en especial en la defensa de River, ya que tres titulares están al borde la suspensión. Lucas Martínez Quarta, Lautaro Rivero y Marcos Acuña, que arrastran cuatro tarjetas amarillas y si los vuelven a amonestar, no juegan contra Boca.
Con la necesidad de River de ganar en domingo, está descartado que los vayan a cuidar, pero si es un problema más que se suma a los que ya tiene el técnico para pensar en el mejor equipo posible en estos momentos de enojo, crisis y malos resultados, que son inéditos en todos los años de gestión de Marcelo Gallardo.
Si bien no hay ni rastros cercanos de quienes pueden jugar el domingo contra Gimnasia, se sabe que más por descarte que por excelentes rendimientos, no hay muchas opciones. La gran duda pasa por Enzo Pérez, que el viernes fue al banco y no ingresó. En estos momentos el capitán puede ser una pieza clave para bajar la espuma y absorber presiones.
Luego, si juega el capitán Enzo Pérez, el resto de los volantes son una incógnita. Quizá por peso y experiencia y porque para la gente es un tipo muy querido, haya lugar para “Nacho” Fernández. Pero luego es todo una incógnita respecto de Kevin Castaño, Juan Portillo, “Juanfer” Quintero y Santiago Lencina.
Sobre el juvenil que no fue ni al banco el viernes, trascendió en estas horas que se va a solucionar el contrato y la renovación. El vínculo terminaba en diciembre del 2026 y la dirigencia venía insistiendo para la renovación por tres años. Las negociaciones se estiraron pero se llegó a un acuerdo y habrá un anuncio con la habitual cláusula gatillo de 100 millones de dólares.
Con este panorama, el equipo seguirá entrenando hasta el sábado en el River Camp y el equipo no se sabrá hasta el mismo día del partido. Vale apuntar que esta vez la concentración no será en el estadio porque el sábado hay elecciones.