Newman venció este sábado por 15 a 3 al SIC en la final del Torneo Top-12 de la URBA y logró su primer título en la máxima categoría del rugby bonaerense. Con orden, disciplina y buen manejo de la pelota, el equipo de Benavídez justificó la victoria y gritó campeón en la cancha del CASI, La Catedral de San Isidro.
El clima antes del comienzo era espectacular. Una mitad de las tribunas estaba pintada de bordó y la otra de blanco, azul y negro. Banderas, bombos, y trompetas le pusieron todo el fervor y el color a la definición.
El partido empezó con una larga secuencias de remates aéreos y recién a los tres minutos de juego se armó el primer scrum del cotejo.
El SIC se adueñó entonces de la pelota y comenzó a cuidarla y a desarrollar una estrategia de contención, como hizo hace una semana en el clásico con CASI. Por su parte, Newman apostó al juego salteado y a la presión en campo rival para acercarse al in-goal.
A los 12 minutos, y luego de cometer varias infracciones, Nicanor Acosta recibió la tarjeta amarilla por parte del árbitro, Tomás Bertazza, y el SIC se quedó con uno menos.
Luego, el apertura Gonzalo Gutiérrez Taboada tuvo en sus pies la chance de adelantar al equipo de Benavídez con un penal. Pero falló y el marcador siguió en cero.
Por cometerle una falta al 9 de SIC, Mateo Albanese – que recibió un impacto cuando se levantaba del piso--, el tercera línea Faustino Santarelli vio la tarjeta roja y de esta forma el equipo de Benavídez recibió un duro golpe. Debía afrontar 20 minutos de juego con uno menos, en el contexto de un compromiso muy parejo, friccionado y muy cortado.
Newman se repitió en indisciplinas en ese tramo del partido y Los Zanjeros tuvieron un penal que ejecutó con certeza Santiago Pavlovsky para abrir el marcador, a los 21 minutos del primer tiempo.
Los de Benavídez no se resignaban y seguían avanzando en el campo rival y Gutiérrez Taboada alcanzó con un remate a los postes la igualdad, cuando faltaban 10 minutos para la finalización del primer capítulo.
La insistencia de Newman para presionar sobre el in-goal tuvo su premio con una conquista, la primera del partido, lograda por Marcelo Brandi, quien apoyó tras un avance de maul. El apertura del Bordó tuvo la chance de aumentar, pero falló en la conversión.
Newman se fue al descanso arriba por 8 a 3 en la final del Torneo Top-12 de la URBA, cuyo primer capítulo había tenido un desarrollo muy equilibrado y con pocas situaciones de try.
En la reanudación, SIC intentó retomar la iniciativa del juego, mientras se repetían las indisciplinas y faltas por parte de ambos equipos.
Los de Boulogne presionaban en la ofensiva y comenzaron a mover la pelota para buscar los espacios y penetrar. Newman aguantaba el vendaval con orden, mucha concentración y juego aéreo.
Con esas herramientas bien diferenciadas, los dos buscaron tener chances de apoyar en una secuencia del duelo que podía ser decisiva para uno u otro, si lograban una conquista.
El fervor y el empuje de los forwards de Newman pudo más. Bautista Bosch tomó la pelota de un rack y apoyó el segundo try para El Cardenal. Gutiérrez Taboada hizo la conversión y los de Benavídez pasaron a ganar 15 a 3, cuando faltaban 20m para el cierre.
La mayor eficacia de Newman para jugar la pelota constituyó su mejor recurso defensivo, ante un adversario que empujaba sin rendirse.
La gloria estaba cada vez más cerca para El Cardenal, que pese a la presión, mantenía el criterio y el orden para defender y administrar la pelota.
Desde las tribunas de La Catedral bajaba el aliento y la Copa del Top-12 comenzó a teñirse de bordó. El anhelo del primer título en la historia del Newman se concretó al final.
Newman campeón, el grito de gloria que retumbó en La Catedral de San Isidro y que retumbó hasta Benavídez para meterse en la historia del rugby argentino.