Deportivo Madryn venció 2-1 a Almagro en el marco de la fecha 22 de la Primera Nacional. El resultado, valioso por el contexto del torneo, también refuerza un rasgo que se va haciendo cada vez más visible en el andar del equipo: su capacidad para responder ante la adversidad y corregir partidos que comienzan con el pie izquierdo.

El gol de Ramiro Ríos sobre el cierre del primer tiempo había dejado al aurinegro en desventaja, pero el equipo se recompuso en el complemento, revirtió el marcador y se quedó con tres puntos de oro que lo posicionan en el tercer lugar de la tabla, ahora con 33 unidades. El panorama, además, es prometedor: Madryn tiene un partido menos —el pendiente ante Quilmes, que se jugará el 30 de julio en el Abel Sastre— y, de ganarlo, podrá recortar diferencias con los dos punteros. Atlanta lidera con 39 puntos, seguido por San Martín de Tucumán con 38. Es decir, el aurinegro depende de sí mismo para acercarse, aún más, a los puestos de privilegio.

Pero más allá de la ubicación en la tabla, el dato que empieza a distinguir a este equipo es otro: de los 17 partidos donde logró sumar puntos en el torneo, en seis comenzó perdiendo y logró revertir la desventaja.

En tres ocasiones dio vuelta el resultado para ganar (All Boys, Colegiales y Almagro) y en otras tres logró rescatar un empate (frente a Gimnasia y Tiro, Deportivo Maipú y San Miguel). Esta estadística no es menor en un torneo largo y exigente como el de la Primera Nacional, donde muchas veces el primer gol suele condicionar el desarrollo del juego.

Incluso, si se observan los últimos encuentros como local, se nota una tendencia clara: Madryn revirtió los últimos tres partidos que comenzó perdiendo en el Abel Sastre. Lo hizo en la fecha 15 ante All Boys (2-1), luego frente a Colegiales en la fecha 17 (3-1), y ahora ante Almagro. En todos los casos, el equipo mostró capacidad para no perder la paciencia, sostener el orden y mostrar eficacia en los momentos clave.

El presente del aurinegro también se traduce en números: lleva 8 partidos consecutivos sin perder, con 5 victorias y 3 empates en ese lapso. Su registro total en el torneo es de 8 triunfos, 9 igualdades y solo 4 derrotas. Se trata de una campaña sólida, que no se construye a partir del brillo individual, sino del equilibrio colectivo y cierta madurez para resolver los partidos.

Quedan aún 13 capítulos para completar el campeonato. Pero hasta acá, Deportivo Madryn muestra signos de fortaleza. Esos atributos, más allá de cualquier nombre propio, explican por qué el equipo está hoy en puestos de clasificación y sueña con ir por más.