Antiguas centrales nucleares norteamericanas representan una amenaza nacional.
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En el río Misisipi, hay tres centrales nucleares que representan una amenaza nacional. A unos 56 kilómetros al noroeste de Minneapolis, Minnesota, se encuentra el reactor nuclear de Monticello y otros dos reactores de la misma empresa Xcel Energy, además de unos 50 contenedores secos gigantes que almacenan combustible nuclear residual, se encuentran en la llanura aluvial del Misisipi, junto a la reserva de la comunidad indígena de Prairie Island. Estos residuos radiactivos se encuentran a 77 kilómetros al sureste de Minneapolis y St. Paul.
No hay planes para trasladar los residuos fuera de la isla porque no existe un vertedero nacional, estatal ni municipal autorizado para este material letal. De hecho, se planea llenar 34 contenedores de residuos de acero revestidos de hormigón. Estos contenedores de residuos son, al igual que los 94 reactores en 54 emplazamientos estadounidenses, son temporales sin embargo parecen vertederos permanentes de residuos radiactivos.
3,7 millones de habitantes se encuentran a la sombra nuclear, a menos de 80 kilómetros de los tres reactores nucleares de Xcel. El río Misisipi abastece de agua potable a 20 millones de personas, una cifra muy superior a la de Minnesota, que tiene una población de 5,7 millones. Las antiguas centrales nucleares de Xcel representan una amenaza nacional.
El reactor de Monticello obtuvo una licencia de 40 años en 1970 y entró en funcionamiento en 1971, año en que se produjeron dos derrames de cesio radiactivo. En 2010, su licencia se renovó por otros 20 años, hasta 2030. Luego la empresa ha obtenido una prórroga hasta 2050.
El consorcio nuclear-gubernamental considera que las centrales nucleares octogenarias son ahora "suficientemente seguras". La renovación de la licencia es una medida de seguridad corporativa y financiera aprobada recientemente por la Comisión de Servicios Públicos de Minnesota. El papeleo es una cosa, las tuberías son otra.
En noviembre de 2022, una tubería subterránea de 50 años de antigüedad derramó 3140 metros cúbicos de agua de refrigeración contaminada con tritio en las aguas subterráneas, parte de la cual llegó al río Misisipi, según la Comisión Reguladora Nuclear (NRC).
La empresa no hizo público el derrame radiactivo durante cuatro meses. En una audiencia pública celebrada el 15 de mayo de 2024 en Monticello, donde los ciudadanos declararon: "No confiamos en ustedes. Mienten", un ejecutivo de la NRC "aclaró" y se disculpó por la "falta de comunicación" entre la NRC y Xcel, indicando que no se encontró nada en el Gran Río.
El gerente sénior de proyectos ambientales de la NRC, Stephen J. Koenick, admitió que se había medido algo de tritio en el Misisipi. El tritio se une al agua y no se puede separar. El tritio descontrolado persistirá en el medio ambiente aproximadamente durante 123 años. Las próximas seis generaciones, consumirán agua potable contaminada dondequiera que se encuentren esos isótopos.
No se sabe dónde aterrizará la contaminación radiactiva de Xcel entre el 50 % de los hombres y el 33 % de las mujeres que actualmente se estima que albergarán una invasión de cáncer durante nuestras vidas. (National Public Radio, 17 de febrero de 2025)
Existe un tremendo apoyo popular, impulsado por el miedo, a la industria oncológica. La industria nuclear divulga que, si bien las cifras de cáncer están en aumento, también lo está la tasa de supervivencia al cáncer.
Sin embargo, en los sitios de armas nucleares, reactores y desechos radiactivos, ocurren "accidentes", junto con emisiones radiactivas permitidas y rutinarias. La radiactividad es incontenible. Es tanto lo que han mentido los gobiernos, que ya nadie les cree.(Fuente Nukewatch Susu Jeffrey)
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