España no explota su fabulosa mina de uranio en Salamanca
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La empresa australiana Berkeley Minera España hace más de una década que viene intentando la explotación de la mina Retortillo. He aquí sus actuales argumentos.
España cuenta con las reservas de uranio más importantes de la Unión Europea, con capacidad para cubrir la demanda nacional y no depender de las importaciones procedentes de Rusia.
La empresa minera australiana Berkeley Minera Españ, que tiene los derechos de explotación de la mayor parte de las reservas de uranio en España, ha considerado que España podría ser "independiente energéticamente" de este material para el suministro de las centrales nucleares nacionales durante más de 10 años y, en 18 meses, suministrar el uranio suficiente para cubrir las importaciones.
Actualmente España importa todo el uranio que consume, un 40% de Rusia y un 25 % de Canadá. El precio del uranio ha sufrido un importante incremento en los últimos meses.
“Los yacimientos de uranio que existen en España dejaron de explotarse hace décadas porque eran altamente contaminantes”.
La ley de cambio climático, aprobada en 2021 durante el Gobierno de Sánchez, prohíbe los nuevos permisos de exploración, investigación o explotación de minerales radiactivos, entre los que se incluye el uranio.
Berkeley solicitó autorización al Ministerio de Transición Ecológica para construir una planta de fabricación de concentrado de uranio en Retortillo (Salamanca), una propuesta que fue rechazada en noviembre de 2021 por “la escasa fiabilidad” de la seguridad de almacenamiento de los residuos radiactivos. Esta resolución se producía tras el informe desfavorable del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Para muchos, la iniciativa está muerta, pero la empresa no se da por vencida y parece haber visto una oportunidad en la situación geopolítica mundial con la invasión de Ucrania.
Desde aquel rechazo, se han producido numerosos conflictos, condenas, sanciones y litigios internacionales. En 2023 el Ayuntamiento de Retortillo canceló la licencia urbanística parcial concedida a Berkeley Minera España y declaró su caducidad.
Pocos meses después, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) declaró ilegales las modificaciones y licencias urbanísticas y revocó las sentencias de primera instancia.
Un año después, el Tribunal Supremo rechazó el recurso de casación presentado por Berkeley contra otra sentencia de TSJCyL. El Alto Tribunal autonómico dio la razón al
Ayuntamiento de Villavieja de Yeltes sobre la autorización para el vertido de aguas residuales sobre el río Yeltes y sus arroyos y declaró nula la autorización que concedió la Confederación Hidrográfica del Duero en 2016.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha sancionado a Berkeley por difundir tarde información privilegiada (150.000 euros) y a su primer ejecutivo por una infracción muy grave” de la Ley del Mercado de Valores al embolsarse un beneficio de 40.000 euros comprando y vendiendo títulos de la compañía, a finales de 2020.
Movilizaciones desde 2012
Un millar de personas viven en la zona de Retortillo y Villavieja de Yeltes, donde se pretendía construir la mina, una planta de procesado del mineral y el almacenamiento posterior de los residuos. La empresa anunció promesas de fuentes de trabajo. La población local se fue informando a través de charlas y reuniones, y un grupo montó la plataforma Stop Uranio, que criticó muy duramente la tala de unas 2.000 encinas centenarias.
El portavoz de Stop Uranio, José Ramón Barrueco, recuerda que los primeros años de movilización fueron “muy duros”, sobre todo entre 2017 y 2019. Hubo muchas movilizaciones y la tensión entre algunos vecinos fue muy fuerte. Un concejal del Ayuntamiento de Retortillo incluso recibió un paquete a su nombre en cuyo interior había una soga con el nudo que acompaña habitualmente a las horcas. De hecho, este proyecto llegó incluso a preocupar al Gobierno de Portugal.
El proyecto ha sido objeto de controversia, con objeciones de comunidades locales, organizaciones ecologistas y decisiones judiciales que han revocado algunas de las autorizaciones esenciales. Berkeley ha llevado el caso a arbitraje internacional contra España por la denegación de permisos necesarios para la construcción y operación de la mina.
La compañía ha jugado durante años a futuro. Tenía intención de hacerse con los permisos, incrementar su precio en bolsa y obtener beneficios millonarios. En marzo de 2025, sus acciones se desplomaron un 21% en Bolsa después de que la Bolsa de Valores australiana pidiera explicaciones.
La conclusión es que después de vueltas y vueltas la empresa australiana Berkeley no está explotando actualmente la mina de uranio de Retortillo en España.
Por lo tanto, a la fecha actual la mina de uranio de Retortillo no se encuentra en operación.
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