Puerto Madryn

El Museo Histórico Juan Meisen Ebene: un vivo reflejo del crecimiento y desarrollo de la ciudad

Los inicios de Puerto Madryn están marcados por la instalación del Ferrocarril Central Chubut, en 1886, y el Museo Histórico Juan Meisen Ebene es el vivo reflejo de  la historia de la ciudad, ubicado en la ex estación. 

por REDACCIÓN CHUBUT 28/07/2025 - 14.07.hs

Martín Fennen, integrante del Centro de Estudios Históricos Puerto Madryn que funciona junto al Museo Histórico Juan Meisen Ebene dialogó con EL CHUBUT sobre la importancia de valorar y recordar a quienes fomentaron el desarrollo la ciudad en todos sus aspectos.
La instalación del ferrocarril en la ciudad fue posible gracias a “una sociedad formada por Lewis Jones, Edward Jones Williams, que era un topógrafo e ingeniero civil, y David Thomas”, explicó Martín. 
Para concretar la obra del ferrocarril, Lewis Jones viajó a Londres con el objetivo de conseguir capital y un 28 de julio “el Vesta llegó a Bahía Nueva con todo el material a bordo, y peones, así comenzó la radicación de gente  permanente en Puerto Madryn”. 
Fennen remarcó que tanto Madryn como Trelew fueron ciudades que crecieron gracias al ferrocarril. “Los 70 kilómetros de recorrido del ferrocarril fue una obra titánica que hicieron porque había que subir hasta la meseta, que son uno 120, 130 metros y obviamente que el problema que existió siempre, es la falta de agua”, agregó.  
Martín puntualizó en que es importante “siempre recordar a la gente que vino, porque en Madryn no hay agua, eso hay que resaltarlo siempre, que el agua fue traída en carros del río o de las lagunas”. 
Y agregó que quienes vinieron hicieron un gran “esfuerzo para hacer la traza, y en pleno invierno que debe haber sido más riguroso porque era meseta pelada. Hay que valorar el esfuerzo que hicieron los primeros peones galeses ferroviarios y los italianos que les siguieron”.

 

EDIFICIO EMBLEMA
El histórico edificio del Museo mantiene la fachada de la estación en ese entonces y cuenta con varias salas dedicadas a recuperar la historia de cómo fue creciendo y desarrollándose la ciudad para convertirse en lo que es hoy en día. 
“El edificio mismo es un emblema, porque justamente indica la potencia que tuvo el Ferrocarril Central de Chubut en su época. Ese edificio del museo es de 1913, la estación anterior estaba ubicada a unos 100 metros más hacia tierra adentro desde donde está el club Náutico”, explicó. 
“Cuando todo el ferrocarril empezó a tener auge, ya ameritaba hacer un edificio más moderno, donde también funcione la administración del ferrocarril ahí adentro en distintas oficinas, que es donde exhibimos ahora los elementos”. 

 

VINCULO CON LA COMUNIDAD
En el Museo, es posible conocer la historia de los inicios no sólo de la ciudad, sino de actividades cruciales hoy en día, como lo es el buceo. El espacio cuenta con una sala dedicada a las actividades subacuáticas, que “muestra un poco la historia y evolución de la actividad en el mar” y honra a los pioneros madrynenses. 
Martín, destacó que el vínculo con la comunidad es crucial y que “se acercan muchas escuelas primarias y secundarias, locales y regionales para conocer la historia”.
Además, dentro de las instalaciones, se realizan charlas y actividades de todo tipo para difundir la y compartir la historia con quienes aún no la conocen, como jóvenes y turistas. Sobre esto, comentó que incluso turistas extranjeros se acercan a recorrer las exposiciones. 
Otro punto a destacar, es que hay una sala dedicada a la comunidad mapuche tehuelche, que esta última semana brindó una serie de charlas en el Museo como parte de los festejos por el 160 aniversario de la ciudad. 
“Estamos muy contentos porque siempre hay respuesta en ese sentido. Y la gente se acerca interesada”, expresó. 
Finalmente, puntualizó en que “el objetivo es siempre recordar a la gente que vino, y que en Madryn no hay agua, eso hay que resaltar siempre, que el agua fue traída en carros del río o de las lagunas”. 
Y agregó que quienes vinieron hicieron un gran “esfuerzo para hacer la traza, y en pleno invierno que debe haber sido más riguroso porque era meseta pelada. Hay que valorar el esfuerzo que hicieron los primeros peones galeses ferroviarios y los italianos que les siguieron”.

 

 

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