El megaraptor que hallaron en Chubut murió con un hueso de “cocodrilo” en la mandíbula
Se dieron a conocer más detalles del descubrimiento en Chubut del dinosaurio megarraptórido Joaquinraptor casali.
por REDACCIÓN CHUBUT 24/09/2025 - 20.21.hs
Un equipo de científicos del CONICET descubrió una especie de dinosaurio megarraptórido, un grupo de terópodos carnívoros que se caracterizaban, entre otros aspectos, por poseer grandes garras en su mano.
El nuevo ejemplar, denominado Joaquinraptor casali, fue hallado en la Formación Lago Colhué Huapi, un área que durante el Cretácico Superior se ubicaba en el centro-sur de la provincia del Chubut, donde hoy se emplazan las ciudades de Comodoro Rivadavia y Sarmiento. El trabajo fue publicado por la revista internacional Nature Communications.
Lucio Ibiricu, investigador del CONICET en el Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (IPGP, CONICET), dialogó con EL CHUBUT y aseguró que Joaquinraptor habría medido un poco más de 7 metros, pesado aproximadamente 1 tonelada y al momento de morir habría tenido, al menos, 19 años.
“Los primeros materiales los vio Bruno Álvarez, que es un coautor de este trabajo de la Universidad Nacional de la Patagonia de San Juan Bosco, que es parte del equipo obviamente. Él fue el primero que vio en el año 2019 los primeros restos”, indicó.
“Seguramente este dinosaurio carnívoro era uno de los predadores tope del ecosistema presente en la formación y representa uno de los miembros del grupo más jóvenes ya que habría muerto relativamente cercano a la extinción de los dinosaurios, que sucedió aproximadamente 66 millones de años atrás así que podría ser uno de los últimos sobrevivientes de este grupo”, expresó el científico.
“ENTRE LOS DIENTES ENCONTRAMOS UN HUESO”
Por otro lado, Ibiricu añadió que lo más importante de este hallazgo es que por primera vez se pudieron comparar huesos, “pero lo que más pegó es que cuando estábamos en el laboratorio entre las mandíbulas de este nuevo terópodo y con los dientes en contacto había un hueso”.
“Al principio pensamos que era un hueso del mismo animal pero al verlo más detenidamente no parecía ser de éste y tampoco parecía ser de dinosaurio, entonces buscando y analizando, nos dimos cuenta que era de un cocodrilo, o sea una forma relacionada con los cocodrilos obviamente en esa época no era como los conocemos ahora en el agua sino que eran terrestres”.
En ese sentido, Ibiricu agregó que esa es la hipótesis más parsimoniosa porque lo encontraron entre las mandíbulas con los dientes apoyados, además estaba parcialmente articulado el esqueleto del terópodo, “lo que significó que cuando se depositó el ambiente no era de mucha energía entonces es poco probable que haya sido una acumulación de huesos. Todos esos indicios nos da a pensar que los cocodrilos fue parte de la dieta de los megarraptórico y de Joaquinraptor en particular”.
“EL ESQUELETO ESTÁ BIEN REPRESENTADO”
Por otro lado, Ibiricu sostuvo que “no es tan fácil encontrar un dinosaurio entero, se han encontrado partes más completas y menos completas pero en este caso en particular lo que tiene de interesante es que el esqueleto está bien representado porque encontramos mucho del cráneo, de la parte del esqueleto del miembro anterior, o sea de los brazos y parte del miembro posterior de las piernas y también algunas vertebras de la cola lo que significa que tenemos un pantallazo de cómo era el esqueleto completo de este animal aunque no está totalmente completo”, indicó el paleontólogo.
Por último, Ibiricu, añadió que el esqueleto está en resguardo en la colección de la universidad, que generalmente los científicos pueden ir a verlo, aunque por el público por ahora no pero posiblemente se pueda hacer algún tipo de muestra.
“Obviamente que todavía nos quedan hacer más estudios, este es el primero que se hace pero nos queda el estudio de la neuroanatomía, es decir que se hace una tomografía para ver cómo era el cerebro”, finalizó Ibiricu.
ESPECIE
La especie se encuentra entre los megarraptóridos más completo, en términos de representación de su esqueleto, y fue uno de los últimos sobrevivientes de este grupo de dinosaurios carnívoros. Joaquinraptor representa el registro geológicamente más joven de Megaraptoridae.
Esto apoya la hipótesis que estos depredadores sobrevivieron hasta el final de la era Mesozoica hace aproximadamente 66 millones de años, cuando un asteroide impacto la Tierra y causó la extinción de todos los dinosaurios, excepto sus descendientes vivos, las aves Joaquinraptor, al igual que el resto de los megarraptóridos eran carnívoros.
Los crocodiliformes eran vertebrados terrestres que compartieron el ambiente con Joaquinraptor.
La presencia de un humero (único hueso de otro vertebrado en la excavación) entre las mandíbulas sugiere que este “cocodrilo” podría haber sido una de las fuentes de alimento de esta especie, aunque otro tipo de interacción ecológica no puede ser descartada.
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